Presentamos una serie con indudables valores espirituales que dirigida al público joven presenta con claridad como Dios sale al encuentro del ser humano para acompañarle y guiarle.

Joan Girardi en una joven de 16 años que se ha trasladado junto con su familia a Arcadia. Su padre es jefe de policía a prueba, su madre trabaja en el mismo instituto que ella y su hermano menor estudian, mientras que su hermano mayor se abre paso tras un accidente de automóvil que le ha dejado en una silla de ruedas.

Lo realmente novedoso es que Joan comienza a comunicarse con Dios que se le manifiesta en muy distintos personajes: el encargado de mantenimiento, el jardinero, una niña o la señora de la limpieza. Siempre le encarga una extraña misión que a la vez que le permite madurar le saca de sí misma hacia los otros. La película presenta a Dios como guía para crecer y profundizar en las relaciones.

La productora Barbara Hall ha querido que no se identifique a Dios con ninguna religión en concreto aunque muestra una imagen de Dios que se comunica con los hombres y les ayuda a conocerse a sí mismo sin limitar su libertad pero abriéndoles a descubrir sus posibilidades especialmente desde el amor a los otros.

La ambientación del grupo de adolescentes del Instituto está conseguida así como los conflictos y resoluciones en el núcleo familiar. La serie en su primera época con 23 capítulos consiguió ser nominada a los Emmy y ganó el prestigioso People’s Choice Awards a la mejor serie dramática. En la segunda época con 22 episodios los guionistas se despistan y con ellos la audiencia lo que motivó su abrupta desaparición.

Fue trasmitida por la CBS durante el 2003 hasta el 2005, mientras que en España está siendo transmitida por Antena 3, ahora los sábados de 8,45 a 9,45 dy los domingos de 89 a 10 de la mañana. También se ha estrenado en Francia, Reino Unido, Austria, Bélgica, Holanda, Polonia, Suecia, Bolivia, Chile, México, Perú, Colombia, Venezuela, Costa Rica, Argentina, El Salvador e Israel.

Desde el punto de vista espiritual es interesante que plantee tan directamente la preocupación sobre Dios y aunque se desdibuja un poco su carácter personal es importante reconocer como resalta la cercanía a las personas acompañándolas y guiándolas sin condicionar la libertad.

Como ejemplo y para terminar, recordemos este pequeño diálogo:
Joan: Digamos que eres Dios.
Dios: ¡Joan, Soy Dios!
Joan: Bueno, entonces a ver un milagro.
Dios: Mira ese. (Señalando un árbol)
Joan: Es un árbol
Dios: A ver si puedes hacer uno.