La cineasta húngara Márta Mészáros, bastante desconocida entre nosotros salvo por Adiós caperucita roja (1989) y Adopción (1975) - realiza esta original versión de la vida de Edith Stein. Joven filósofa judía cercana a la fenomenología de Edmund Husserl, enfermera durante la I Guerra Mundial, conversa a los treinta años,pensadora y pedagoga, carmelita en Colonia y muerta las cámaras de gas de Auschwitz. Un itinerario donde la razón y la fe, el judaísmo y el cristianismo se encuentran en una trayectoria sorprendente.
Sigue el proceso espiritual de la que será Teresa Benedicta de la Cruz en contraste con un compañero, el profesor Franz Heller, que aparecerá en varios momentos intentando doblegar su libertad desde las exigencias nazis. A la vez también resalta las dificultades en relación a su familia judía y su deseo de compartir el destino de su pueblo durante la persecución del III Reich. Su acercamiento a santa Teresa de Jesús que marcará su conversión, viene resaltado por el título que habla de la última morada, en referencia teresiana, para el encuentro con Dios y que para ella será la cámara de gas.
La película tiene un tono meditativo presentado con una gran belleza formal, la fotografía es de Piotr Sobocinski. Así mismo la actuación de Maia Morgenstern en el papel de Edith es sobresaliente, así como la música de Moni Ovadia. Fue el premio OCIC en Venecia en 1995.