Sacerdotes de película: la significatividad de las producciones italianas (10)
Desde los orígenes del cine ha existido una sintonía especial entre el cine italiano y la Iglesia algo que no es frecuente reconocer en el cine europeo. Nuestro punto de partida significativo puede ser Roma, ciudad abierta (1945) de Roberto Rosellini. En esta película, precursora del neorrealismo, comenzó a prepararse en agosto de 1944 sólo dos meses después de la liberación de la ocupación alemana. Rosellini acudió a las calles para escuchar historias de la resistencia y con ellas construyó el guión. Este relato de de resistentes habla del destino común del padre Pietro (Aldo Fabrizi) y del ingeniero comunista Manfredi (Marcello Plagiero) y de tantas víctimas anónimas representadas en Pina (Anna Magnani) que murieron por fidelidad a sus ideas y por la libertad de todos. La figura del sacerdote es la de un hombre sencillo e integro que colabora con la resistencia y que se niega a delatar a los activistas ante los nazis. La escena del interrogatorio tiene paralelismos significativos con el proceso de Jesucristo lo que confirma la interpretación crística de este personaje. Su frase "No es difícil morir bien, lo difícil es vivir bien" pasa por una de las más famosas de la historia del cine.
Esta continuidad del cine italiano sobre el cine religioso cristiano demuestra que hay un público que permanece fiel al tipo de películas de referencia bíblica, de biografías de santos o papas y de últimamente también de sacerdotes. A través de iniciativas de la RAI, Lux Vide, la productora de Luca Bernabei, y del Istituto Luce se lanzan una serie de productos televisivos, normalmente con el formato de miniseries de dos capítulos, que además de dirigirse al consumo interno para Italia tienen una fuerte aceptación fuera de ella, sea por la contratación de las televisiones o por la distribución en DVD. Se trata, pues, de una de las fuentes más importantes para mostrar la presencia del sacerdote católico en la pantalla. Veamos algunas de estas producciones de los últimos años.
Comencemos con una producción de la RAI, Don Milani Il priore de Barbiana (1997) de Antonio y Andrea Frazzi. Se trata de una muy interesante miniserie italiana sobre el sacerdote y pedagogo Lorenzo Milani que con “Cartas a una maestra” se convirtió en referente de una escuela alternativa para los que fracasan en el sistema escolar. Con guión de dos especialistas italianos en este tipo de trabajos para la televisión, Sandro Petraglia y Stefano Rulli, nos presenta con un trazo emotivo la vida de este sacerdote educador totalmente entregado a los jóvenes. Sergio Castellitto hace una interpretación sobresaliente y la puesta en escena y los intérpretes secundarios son de buen nivel. Narrada como un flashback cuando D. Milani gravemente enfermo vuelve a Barbiana para hacer memoria del tiempo en que creo la escuela en San Donato de Calenzano y creó una de las experiencias educativas más interesantes de la postguerra. En la película se refleja su dulzura con los chicos a la vez que su tenacidad ante las dificultades, su criterio insobornable y su carácter apasionado. Una muy digna imagen del sacerdote para el actual momento.
Uno de los santos más populares de la Italia actual es el padre Pío de Pietrelcina al que Carlo Carlei ha dedicado una de las miniseries producidas por Lux Vide, Padre Pío (2000). Con una espléndida actuación nuevamente de Sergio Castellitto se presenta un padre Pío profundamente humano, más pendiente de los otros y de Dios que de sus estigmas y obediente a la Iglesia en todo momento a pesar de las incomprensiones. En la línea del servicio ministerial hacia los sufrientes le vemos desvivirse por ellos hasta la extenuación. Una muy interesante aportación al conocimiento de este religioso capuchino, humilde sacerdote y ahora ya santo de la Iglesia.
Don Pino Puglisi fue párroco en el distrito de Brancaccio en Palermo. Por fundar un centro juvenil para los chicos del lugar con la finalidad de liberarlos de la influencia de la Mafia recibe amenazas que terminarán materializándose con su muerte el mismo día de su 56 cumpleños. Roberzo Faenta ha realizado, en este caso con formato exclusivo de cine, Alla luce del sole (2005) con un estilo grave, casi como la crónica de una muerte anunciada, en la cual el actor Luca Zingaretti realiza una interpretación contenida a la vez que emocionante. Junto al pequeño grupo de personas que le apoyan, entre los que hay jóvenes que ven venir la tragedia, también se subraya el silencio y miedo de la mayoría a enfrentarse con la mafia que lo domina todo. Sin embargo, un curioso final deja un sabor de esperanza en un guiño a la resurrección de bueno de don Pino. Particularmente significativo es que esta película no haya encontrado distribución entre nosotros ni en sala ni en DVD. Algo que nos ha impedido ver una película imprescindible.
Volviendo a las miniseries tenemos Don Gnochi: el ángel de los niños (2004) de Cinzia Th. Torrini es una producción de Mediaset para el Canal 5 italiano donde se notan menos medios que en las tradicionales producciones de la RAI con un resultado que aunque irregular es bastante digno. Cuenta la historia de sacerdote Carlo Gnocchi (1902-1956), interpretado por Danielle Liotti, que desde su actividad como capellán del Batallón Alpino del Ejército Italiano, vive los horrores de la guerra. El hecho de que algunos de sus alumnos del ’Instituto Gonzaga” de Milán se enrolaran en el ejército para seguir sus pasos multiplica su responsabilidad y se siente obligado a acudir con ellos al frente ruso. Pero la experiencia resulta dolorosa por la muerte de muchos de ellos y el proceso de purificación de la fe. Con esta conciencia en la posguerra decide fundar una iniciativa al servicio de los niños mutilados llamada "Fondazione Pro Juventute" que tendrá una intensa actividad que se prolonga en la actualidad. Acaba de ser declarado Beato por el papa Benedicto XVI. Esta película de guerra, dolor, sufrimiento y esperanza muestra el corazón compasivo de este sacerdote que actuará como padre de muchos jóvenes en un momento de enorme necesidad. Su muerte temprana a los 54 años le permitirá ver reconocida su obra por Pío XII con la ayuda del cardinal Montini, interpretado por Ralph Palka.
L'uomo dell'argine (2005) es una ficción sobre Primo Mazzolari, el párroco de Bozzolo, una de las voces más importantes del catolicismo italiano: opositor al fascismo, precursor del diálogo con los no creyentes, inspirador de la lucha política de la resistencia y anticipador del Concilio en temas como el servicio a los pobres y la liturgia en lengua vernácula. Realizada para la televisión en dos capítulos por Gilberto Squizzato e interpretada por Emanuele Fortunati, en los primeros años en Cicognara, y por Mauricio Tabani en los años de su misión en Bozzolo hasta su muerte. La película inserta algunas imágenes de archivo de la época, destaca por una ambientación histórica muy cuidada y cuenta con una interpretación realista y sobria. Hombre de piedad exquisita, permaneció obediente ante la incomprensión y promovió siempre el perdón en tiempos donde la violencia y la venganza guiaban a tantos corazones. Resalta especialmente significativa su capacidad de comunicarse con los jóvenes que siguen su ejemplo a pesar de las consecuencias de su compromiso cristiano.
Dedicada al fundador de la Caritas Diocesana de Roma contamos con la miniserie de TV El hombre de la caridad. Don Luigi di Liegro (2007). Nos presenta la vida ministerial de este sacerdote romano entregado a la realidad de los más pobres. Interpretado por Giulio Scarpati, esta producción de I.I.F. Italian International Film está realizada con bastante dignidad por Alessandro Di Robilant. Con su salud muy debilitada y en espera de que la policía desaloje a los inmigrantes que ocupan el edificio de la Pantanella, Luigi recuerda su trabajo en las minas de Bélgica, junto a los inmigrantes italianos, su asignación a Giano, un suburbio donde las infrahumanas condiciones de vida provocan guerras entre los indigentes, su labor al frente de Cáritas, la creación de albergues para gente sin hogar, su ayuda a los primeros enfermos de sida, su lucha por la integración racial y religiosa. La dimensión eclesial del este sacerdote se resalta especialmente en el desarrollo de su trabajo en equipo con Don Eugenio, Fausto y la hermana Ada así como en la incorporación de toda la iglesia a esta misión dirigida hacia los que siempre estarán con nosotros: emigrantes, enfermos de sida, personas sin hogar y toxicómanos.
Terminamos este recorrido con Don Zeno, el hombre de Nomadelfia (2008) Gianluigi Calderone en una producción de la RAI es una película sobre Nomadelfia y su fundador don Zeno. Cuenta la historia de como este sacerdote, interpretado por Giulio Scarpati, inicia, desde el mismo día de su ordenación sacerdotal una iniciativa para ayudar a los niños abandonados con la finalidad de convertirlos en hombres libres y honestos. Todo ello le llevará a emplearse a fondo en una guerra contra el fascismo, el nazismo, la democracia e incluso consigo mismo. Después de la Primera Guerra Mundial, don Zeno abandona familia y novia para fundar una pequeña comunidad cristiana similar a la comunidad primitiva original que signifique un cambio de civilización donde ser hermanos tenga su fundamento en Cristo. Con la Segunda Guerra Mundial la comunidad es perseguida por colaborar con la resistencia. En 1948 se funda Nomadelfia (“donde la fraternidad es ley”) en un ex campo de concentración, pero su enorme y rápido crecimiento provoca un conflicto con la Iglesia que en 1952 decreta su disolución. Don Zeno termina pidiendo la reducción al estado laical pro gratia. Sin embargo, tras un periodo refundacional de pruebas y dificultades vuelve al ejercicio ministerial con el reconocimiento de la Iglesia y de la sociedad civil.