El cine espiritual como oportunidad para el diálogo fe-cultura
La crítica cinematográfica reciente descubre la emergencia de los argumentos espirituales en el cine. No se trata únicamente de una cuestión sectorial o de coyuntura. En una situación de crisis de civilización, la búsqueda espiritual y religiosa vuelve como la pleamar tras la resaca.
La nueva cultura se transmite en medio de un enorme cambio tecnológico, pero curiosamente se encuentra con una necesidad profunda bien antigua. La revolución digital no es solamente una ocasión para la manipulación consumista y el vaciamiento de sentido como dicen los profetas de calamidades. Inesperadamente vuelven las antiguas cuestiones con las que, en definitiva, el ser humano está llamado a enfrentarse. Vaciadas las tradiciones de sentido tras las intrigas vanas, la acción por sí misma, el sexo deshumanizador, la violencia extrema o el terror de carnicería, las películas se ha quedado sin argumentos y por eso se vuelven a las fuentes de aquella dramática (drama) que pueda motivar al espectador no solo para adormecerle sino para ofrecerle verdad y esperanza al mirar la realidad (documental).
Puede ser que el cine esté ayudando a descubrir que estamos en un kairós sugerente y retador. La cultura, tanto la más popular como la innovadora y experimental, ha agotado ya algunos caminos que atraen mucho menos y que además venden con más dificultad. Incluso "Avatar" (2009) de James Cameron, la película reciente más taquillera y que supone una referencia para la producción comercial futura, tuvo que ofrecer religiosidad sincretista y new age para atraer a un público sediento de estos temas. Quizás el cine sirva de detector de una tendencia cultural que hemos de confirmar en otros terrenos como las artes plásticas, la literatura o la filosofía. En la posmodernidad relativista aparecen extraños brotes que tienen su raíz en el corazón mismo de lo humano. Por eso, puede ser interesante, pensar un poco sobre cine y cultura, cine y evangelización.
Estas reflexiones parten del cambio tecnológico y social del cine para abordar después las nuevas urgencias de una pastoral de la cultura que se enfrenta a un mundo donde la comunicación preferente es digital y audiovisual. Así la pastoral en torno al cine espiritual puede ser un ejemplo de las posibilidades que en este campo se abren a la nueva evangelización. Tras analizar las convergencias y las divergencias entre el cine religioso y el cine espiritual repasaremos detenidamente las nuevas fuentes del cine espiritual lo que nos permitirá hacernos una idea del horizonte que abordamos. Concluiremos con algunas iniciativas que se van multiplicando y reclaman redes nuevas y más amplias de acción pastoral.
En Vida Nueva nº 2.746