Una felicitación pascual de cine

El cine se ha inspirado en la experiencia pascual para desarrollar muchas de sus secuencias. El triunfo de la vida más allá de la muerte, de la inocencia más fuerte que el mal, de la libertad más allá de la opresión, de la Palabra definitiva de Dios más última que las penúltimas acciones del ser humano. La huella de Cristo resucitado también ha llegado al cine desplegando personajes que viven de esta experiencia pascual donde la muerte es vencida por "Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos"





La película El gran dictador comenzó a rodarse el día 9 de septiembre de 1939 cuando pocos días antes, el 1 de septiembre, había comenzado la Segunda Guerra Mundial. Chaplin tuvo muchas presiones para dejar de filamr esta película que él mismo financió ya que comprometía a EEUU que aún no había entrado en la contienda. Cuando fue estrenada el 15 de octubre de 1940, el eje Roma-Berlín estaba en inmejorables condiciones de ganar la guerra. Todo parecía perdido. El dircurso lo escribío el propio Chaplin tras pensarselo mucho y hoy nos queda como un testimonio del compromiso del arte con la historia. La referencia cristaina se sitúa en la cita del capítulo 17 de san Lucas "está escrito que el reino de Dios se halla dentro del hombre, ¡no de un hombre o de un grupo de hombres, sino de todos los hombres !" La inspiración en la resurrección se destaca especialmente en el personaje de Hanna que al escuchar el discurso se alza después de ser golpeada por los nazis para mirar al cielo.

Otro personaje que también se levanta es la protagonista de Las noches de Cabiria (1957) de Federico Fellini.



La prostituta inocente y buena se presenta como una paradoja de los pequeños. Ha sido engañada por un hombre que le prometió su amor para robarle todo su dinero. Pero humillada y rota se levanta al escuchar la música que entonan unos jóvenes que le rodean con su alegría. Fellini hizo de Cabiria y Gelsomina (La strada) dos iconos de la esperanza contra todo esperanza. Como el mismo escribió en aquellos días en su carta a un sacerdote jesuita amigo quido plasmar dos personajes tocados por la gracia de Dios. Una gracia sin duda hoy especialemnte pascual.

Roberto Benigni también nos ha dejado una resurrección en su película más conocida, "La vida es bella". Guido acaba de morir al paso de la oca para salvar a su hijo en un último gesto de amor-humor. Su hijo sale del escondrijo donde le ha metido su padre para resguardarlo.

Y descubre con asombro que todo el juego que había montado su padre es verdad. Tras la muerte está la victoria sobre ella. Por eso gritará a su madre con un paisaje verde y un cielo azul al fondo "¡Hemos ganado!". Como un grito pascual que nos llega desde los pequeños que han traspasado la muerte.

También Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario (2005) de Andrew Adamson nos presenta una alegoría de la resurreccion de Cristo a través de personaje de Aslán, el león crístico.


C. S. Lewis escribió esta serie de cuentos para niños con la finalidad de dar a conocer el cristianismo a los más pequeños. Aslán tendrá una muerte sacrificial por amor y resucitará venciendo al mal y a la muerte en la secuencia central de la película.

Llano por la tierra amada (1995) de Darrell James Roodt es una preciosa película sobre la fe y la reconciliación en Sudáfrica.


Al final la muerte de los hijos del reverendo negro Stephen Kumalo (James Earl Jones) y del terrateniente blanco James Jarvis (Richard Harris) dará un sorprendente fruto. El primero mató al segundo y como consecuencia fue condenado a muerte. Pero sus padres en el dolor no se enfrentan sino que crece en ellos el perdón como fruto de la misma experiencia pascual. Y con esta cita en lo alto del monte terminará la película:"Porque el alba ha llegado tal y como llegó durante miles de siglos y llegará siempre ¿Cuando llegará el alba que nos emancipe del miedo a la servidumbre y de la servidumbre del miedo? Eso es un secreto". El misterio de la experiencia pascual.
Para terminar un clásico de la historia del cine. La resurrección en Ingrid en Ordet (La palabra, 1955) de Carl Theodor Dreyer. Tanto la figura de Ingrid como la de Johannes tendrá resonancias crísticas, la primera en su locura, la segunda en su excentricidad que le permite acceder a lo sobrenatural. Veamos una de las secuencias más importantes y reconocidas de historia del cine


Los niños y los locos se cogerán de la mano para ver los milagros. La vida reanimada de Ingrid marcada por la carnalidad de un beso hará concluir la película en una aclamación al poder de la vida que viene de Dios. Dreyer siempre misterioso filmó una de los mejores iconos de la resurrección de la carne.

Buena y santa Pascua a todos. Disfrutad de la vida resucitando.
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