La indignación también está en el cine
No es una casualidad que el documental se vaya conviertiendo en una género imprescindible fuera de los canales informativos oficiales. Las televisiones recortan contenidos y tienden a ofrecer "pan y circo" para acallar. Sin embargo, el documental de análisis económico, social y político está en auge, tanto en su pase por las pantallas de cine como en el acceso a través de internet.
Actualmente tenemos en las pantallas Inside Job de Charles Ferguson que ganó el Oscar al Mejor Documental 2011 y realiza un extenso análisis de la crisis económico y finaciera entrevistando a diferentes protagonistas que van desvelando la corrupción y los oscuros mecanismos de un sistema sin regulación política de los funcionamientos económicos. Filmado en Estado Unidos Islandia, Inglaterra, Francia Singapur y China va realizando una mirada global a todas la interconexiones de una crisis que afecta a todos aunque no de la misma manera. Las entrevistas a Nouriel Roubini, Barney Frank, George Soros, Eliot Spitzer, Charles R. Morris y otros permiten abordar las distintas caras de un complejo drama en el que las Universidades con su silencio y participación también han sido cómplices de la justificación del desastre. La tesis de fondo es política y económica: falta regulación. Algo que nos hace pensar que no se llega a la verdaderas raíces pero que se aporta propuesta en una direcció interesante.
Más atrevida es "Vamos a hacer dinero" de Erwin Wagenhofer analizando el papel de los bancos y los fondos de pensiones en la crisis financiera y especialmente inmobiliaria. Tampoco se fija sólo en EE.UU., también recorre Singapur, Austria, India, Burkina Faso, Alemania, o paraísos fiscales como Jersey, Ghana e Irak, así como la burbuja inmobiliaria de España. La tesis de este director, que se ha curtido en los reportajes televisivos, muestra como el enriquecimiento de unos causa la pobreza de otros haciendo que se extienda el abismo de desigualdad. Dicho con las palabras del propio documental “Lo que estamos viviendo no es una crisis económica, sino una crisis social”.
Al hilo de esta urgencia de reflexiones llega también a la pantalla el documental que desde hace tiempo circula por la red. Se trata de “La doctrina del shock”, de Michael Winterbottom y Mat Whitecross. La propuesta se basa en el libro de Naomi Klein que sostiene que en momentos de shock se están llevando a cabo las operaciones de reforma que más que solucionar los problemas complican la situación de las personas y en especial de los más débiles. La sombra de Milton Friedman sigue siendo alargada y en tiempo de crisis las reformas apuntan en contra del bienestar social.
Interesantes propuestas que nos dejan al borde de preguntas últimas sobre el sentido y la ética en un tiempo donde la crisis económica lleva a la crisis social y ésta en el fondo manifiesta una crisis de sentido en el que las respuestas precipitadas y superficiales son insuficientes para un tiempo que marca un giro de civilización. La caridad de la verdad (Caritas in veritate) invita al crecimiento integral que es capaz de entrar en la lógica del amor gratuito y de la responsabilidad humana social. Lo que nos invita a acoger una economía del don de la que todavía estamos demasiado lejos.