Bernardo Álvarez siente respeto por los terroristas.

Calladito está más guapo, y es que cuando el obispo de Tenerife se empeña en atacar a los homosexuales le sale el tiro por la culata. El obispo asegura sentir respeto por todos, incluidos los terroristas.

“Yo ya me niego a hablar del tema de la homosexualidad. El que quiera saber más que vaya al catecismo, del que se han vendido en España más de dos millones de ejemplares. Sobre el asunto de la homilía del obispo de Alcalá de Henares, una cosa es hablar de los comportamientos y otra hablar de las personas. Para mí todas las personas tienen el máximo de los respetos, aunque sea un terrorista. Ahora bien, los comportamientos de las personas y sus ideas son discutibles; todas las ideas no son respetables. La homosexualidad es un modo de vivir, un modo de ser. Otra cosa son las personas homosexuales, que me merecen el mayor de los respetos, como cualquier ser humano; de hecho tengo muy buena relación con ellos. Los respeto, pero no comparto su comportamiento ni su conducta. Lo que también es discutible es la influencia en la educación de los jóvenes y que se hayan exaltado los comportamientos homosexuales como una virtud que hay que promover”.


Más vale enmarcar sus declaraciones como otro de sus errores desafortunados. Yo no siento respeto por los terroristas, pero si a un terrorista le quitas sus actos y sus ideas ya no es un terrorista. Un terrorista es una persona con ideas de matar y extender el terror sobre la sociedad con sus actos. Y a una persona la configuran sus ideas y creencias, y si es capaz de asumir unas ideas tan extremas y peligrosas a mi esa persona no me merece ningún aprecio sino el mayor de los desprecios.

sin embargo la entrevista prosigue, y ante la pregunta del periodista el obispo responde:

-En estos momentos tan delicados para muchas familias, se hacen comparaciones a su situación. ¿Existe el infierno y el purgatorio?

“Quédese con esta idea: el infierno es un estado del alma. Para una familia que cuenta con todos sus miembros en paro y tienen que pedir, eso es un purgatorio. Se sufre, pero es una situación transitoria. Mientras que el infierno es una angustia total”.


Resulta extraño su concepto de purgatorio e infierno. La comparación no es muy afortunada, tampoco es digna de escándalo, pero si es digna para demostrarnos que lo suyo nunca han sido los periodistas ni esos razonamientos ante la prensa. ¿Qué tiene que purgar una familia en paro? Claro que, ciertas situaciones de paro son de todo menos transitorias, y cuando pierdes tu casa y te ves obligado a emigrar a tu país como un fracasado, o a ir debajo de un puente cayendo en la exclusión social, eso si que es infernal para quien lo sufre y lo padece. Desde luego, purgatorio o transitorio no me lo parece.

La pena es que estos tienden a ser garrafales, como en aquella vez en que sugirió que ciertos jovencitos…, mejor os lo copio:

“hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y además, deseándolo, incluso si te descuidas te provocan. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece".


Pero eso es agua pasada que viene a confirmarnos lo que hoy parece: que el pobre Bernardo, que en el fondo se dice que es buena gente y una muy buena persona, debe evitar hablar directamente con los periodistas y someter sus comentarios a la consulta de un amigo sabio y prudente. Si lo hiciera, estoy seguro que sus declaraciones serían más ignoradas y no darían ni un titular que le repercutiese negativamente a él.
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