Hablemos un poquito de la sanidad pública madrileña.

Todos los años me hago análisis de sangre y orina, sobre todo porque en ellos se pueden detectar muchos posibles problemas que dan problemas a corto y largo plazo. Pues los últimos análisis me tuve que hacer además una prueba especial por una enfermedad genética en mi familia que produce exceso de ferritina en sangre. Me hago hace dos meses los análisis, y por cuestiones laborales, solo puedo ir a recogerlos en Semana Santa, al llegar, me dan cuatro malas noticias. Un poco alto el ácido úrico, algo altos los triglicéridos y niveles bajos de colesterol tanto del bueno (eso es malo) como del malo (que tampoco es bueno), pero lo que alarmó a la doctora fue la presencia de hematíes en la orina. Y de la prueba de ferritina se ha extraviado con lo cual me toca hacerla de nuevo.

Total, me dan cita para el urólogo. Acudo a la consulta y hoy me dan cita para una ecografía el 20 junio. Lo comprendo perfectamente, puedo esperar tanto tiempo aunque me gustaría que fuese antes. Pero mi indignación surgió cuando me dan cita para el 15 de febrero para que la uróloga me de y me comunique los resultados. ¿Tengo que esperar un año para que me diga lo sano que estoy? La funcionaria me dice que si algo estuviese mal, el médico llama a casa. ¿Me llamó a casa o al móvil mi médico cuando vio cinco anomalías en mis análisis?

Y a todo esto veo por allí los anuncios de Esperanza Aguirre sobre lo mucho que ha mejorado la sanidad pública y la atención rápida a los pacientes, como acabo de comprobar es demagogia. Y según salgo, la estúpida pegatina de Tomas Gómez denunciando la mentira del copago.

¿En que piensan nuestros políticos? ¿Acaso somos todos idiotas? Ni Esperanza Aguirre ni Tomas Gómez han hecho bien los deberes. Y de IU no hablo porque esos ni saben presentar los deberes hechos al ciudadano ni mal hechos.

Me parece bien que Esperanza Aguirre abra hospitales, y que modernice el sistema de salud. Incluso si quiere operar transexuales, pues me parece bien. Nada que objetar. Pero las listas de espera siguen siendo un problema no resuelto y se requieren soluciones.

Yo sé que estoy sano, pero sé por el padre de un amigo que es hematólogo y su frustración como médico es el diagnostico de las metástasis, que ciertos tumores aumentan el ácido úrico y comienzan dando señales de hematíes en la orina. Pero no va a ser mi caso y por eso ando tan feliz y contento, porque mi problema es muy probablemente una piedrecilla del riñón causada por el ácido úrico. Pero no todo el mundo que he visto hoy en urología esperando pacientemente puede presumir como yo, y esperar meses, pues si es algo grave que no se está manifestando viruléntamente en unos simples análisis de sangre, esperar mes y medio puede ser una diferencia importante entre la vida o la muerte.

Ahora vienen las elecciones, veremos como el PP insiste en que nuestra sanidad es la mejor de Europa y de España, cosa que no voy a cuestionar porque no tengo datos, y si los tuviera tendría que saber como los han confeccionado. Y el PSOE e IU volverán a contarnos la milonga de todos los años como son las privatizaciones, incorporándose este año como novedad en sus discursos el copago. Pero lo único cierto que puedo contarles a mis lectores, que el único partido que incluyó el copago en su programa electoral fue UPyD hace tres años, y fue un gol de Mikel Buesa desde el programa de economía que el elaboró y que tengo entendido que con su posterior baja del partido ha sido debidamente corregido.

PD: No quiero dejar de recordar que el sistema de contestador automático implementado por Esperanza Aguirre para pedir cita con el médico da muchísimos problemas al no poder explicarle a una máquina que las citas que te ofrece no son de tu conveniencia. Además, mi abuela que la pobre es sorda, ya ni puede pedir cita por teléfono ella sola, y una vecina tiene ahora que trasladarse a pedir cita al ambulatorio porque ella no puede hacerlo sola. Pero claro, esto el PSOE e IU no lo critican, ni los sindicatos.
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