Juan José Tamayo: está donde no debe, y no está donde se le espera.
La verdad es que me sorprende su asistencia, es más, ¿para que acude? Vamos a ver, un católico progresista está en desacuerdo con ciertas posturas que tiene la Iglesia en multitud de temas. Pero es un sin sentido acudir a un acto que amenaza con cerrar lugares de culto, es decir, lugares que sin buscar ofender a nadie, se reune gente a rezarle a Dios o a encontrarse con Dios. A mi no se me ocurriría irme a manifestar para cerrar la casa donde rezo a Dios. Puede que a veces rece en el metro, o en mi cama antes de acostarme, pero una Iglesia o una capilla es un lugar muy especial.
Juan José Tamayo no obra bien como cristiano, es más, se equivoca de bando. La gente con la que ha decidido juntarse si llegasen al poder, le prohibirían rezar a él incluso en su casa. Por ello desapruebo su presencia y afirmo que este teólogo ha adoptado la postura más boba que podía adoptar. ¿Qué será lo próximo? A saber, pero ojalá le cierren un buen día sus amiguetes la cátedra que el ostenta en la Universidad Carlos III, para que así escarmiente en sus carnes la intolerancia que el está respaldando. Que pena que su inteligencia y su situación de victima de la intolerancia religiosa no le llegue como para condenar la intolerancia antirreligiosa.
PD: Tamayo dice creer en la laicidad, pero arrimandose de esa forma al laicismo termina sembrando más incoherencias.