Nacionalismo excluyente o incluyente.

Tengo en mi facebook un conocido mío del Partido Nacionalista Vasco (PNV), el cual tiene muchas opiniones que no son las mías. Yo le respeto y él me respeta, y en cierto momento en que el salió criticando la hipocresía de Bildu (entre el PNV y Bildu hay demasiadas rivalidades políticas) intervine a favor del diálogo de ideas (entre independentistas y no independentistas) y afirme con rotundidad que es tan criminal el que apoya los crímenes de los criminales como el propio criminal (criticando la defensa de la lucha armada por parte de algunos abertzales). Un abertzale molesto trató de ofenderme pensando que yo era del PNV como mi amigo del facebook, a lo cual mi amigo salió en mi defensa. Lo que traigo a continuación es una respuesta que di a los abertzales porque me ha parecido de algún valor.

Me sorprende muchísimo en que para tratar de ofenderme se me llame español, amoroso con España o sumiso al estado Español. Pues español soy porque nací en España, me gusta mi país con sus diferencias culturales (lo cual es sinónimo de riqueza), y no me considero sumiso a alguien porque vivo en una democracia en la que puedo votar a quien me representa o gobierna. Tal vez sea “sumiso” a lo que dicte una mayoría, pero así es la democracia y el espíritu de la democracia dice que no importa el “yo y solamente yo” sino el todos.

He visto en este foro dos tipos de nacionalistas vascos, el incluyente y el excluyente. El incluyente es el nacionalista vasco que ama su tierra, el vasco que ama su cultura y sus costumbres, y es aquel que si acude un extraño, visitante o turista a ver su tierra y cultura, tratará de compartir aquello que ama y desea con el visitante. Este tipo de nacionalistas es el que trata de conquistar con su cultura y sus valores. Sin embargo, observo otro tipo de nacionalistas vascos, el excluyente, aquel que cree que lo suyo es lo mejor, aquel que piensa que su tierra y costumbres no pueden ser compartidas con los extraños o ajenos a las mismas, aquel que cree que sus ideas deben ser aceptadas porque es lo que hay y no hay vuelta de hoja. A este último no le gusta la diversidad de opiniones, siente más orgullo que amor por su tierra. Ve un mundo consistente en el negro o el blanco, el vasco o el español, y le da igual si hay vascos que se sienten españoles o españoles que quieren sentirse vascos sin dejar de ser españoles. Hasta donde yo sé, en una hipotética independencia del Pais Vasco, se podría tener dos nacionalidades (vasca y española) sin que la una excluyese a la otra o una se impusiese a otra.

No os voy a negar que también existe nacionalismo español excluyente, el franquismo fue el máximo representante (y más radical) de ese tipo de nacionalismo. Y aquí en Madrid hay gente que sigue pensando así. Pero yo prefiero incluir a excluir, prefiero apostar por compartir todos lo que mejor tenemos. Y me gusta que cuando alguien nos visite se sienta acogido a sentirse extraño o sospechoso, que le guste visitar este país y tratar con sus gentes. Y que realmente, tal y como decía un precioso anuncio en el metro de Madrid para que visitemos Colombia: “El riesgo de que vengas es que te quieras quedar”.
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