Reig quiere y desea ser portada.

No contento con la polémica ocasionada, vuelve a la carga. Ahora resulta que Reig tiene contactos homosexuales, quiero decir, correos con homosexuales que quieren ser curados o lllevan una vida gay. No sé si es que en los amaneramientos de Reig, esos movimientos de manos y ese aspecto pipiolo, tal vez observen a uno que se ha superado en sus propias tendencias sexuales, quiero decir, las que tenga el señor obispo que a mi muy varón no me parece pero menos varones se han visto y casados con mujer como Josemi Rodríguez Siero o el propio Jaime Peñafiel. No es que le haya tocado una voz aflautada como al propio obispo Ricardo Blázquez, es que el obispo tiene unos gestitos y unas obsesiones tan raras...

Intereses tiene Reig en echar leña al fuego, y fácilmente no se va a callar, va a seguir chillando hasta que Rouco se canse y le mande callar. Porque no nos olvidemos que Antonio María no soportará con facilidad que un obispo le haga sombra desde la diócesis vecina y si Rouco calla ahora por algo será. El Cardenal Antonio Cañizares Llovera fué víctima de Rouco que le hizo ascender a un lugar donde quedase calladito.

Lo único que puedo manifestar como ciudadano desde mi blog es mi desprecio por el señor obispo de Alcalá, y mi deseo es que este señor vuelva lo más pronto posible a su silencio y anonimato. Aunque mucho me temo que Reig quiere hacer carrera de cara a los próximos movimientos episcopales una vez que Rouco y Sistach se les hayan aceptado la renuncia. Cuando estaba de obispo en Castellón, diócesis a la que dejó con un agujero de dinero tras jugarse el dinero en la bolsa, Reig chilló muchísimo para hacerse notar. Una vez lo enviaron para Murcia, desapareció casi por completo para reaparecer en una disputa por el control de la UCAM (La Universidad Católica de Murcia) en manos del laico Mendoza. De aquella disputa, siempre por el control del dinero y lograr más poder, salió defenestrado a Alcalá. Y ahora se empeña otra vez en chillar y chillar.

En definitiva, mi desprecio a este obispo que mantiene extraños y numerosos contactos con “homosexuales”. Ruido lleva, tal vez por algo sea. ¿Homofobia? ¿tendencias ocultas? ¿alguna falta de afecto? ¿busqueda de protagonismo y ansia de poder? Me inclino más por esta última.
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