Hasta hace poco Francisco José Fernández de la Cigoña (Paco Pepe) era un firme detractor de Bergoglio, y muy contrario a considerarlo papable, y menos aun le gustaba la idea que fuese Papa. No obstante, visto que los cardenales no opinaban lo mismo, Paco Pepe ha rectificado y asumido al nuevo Papa. Estas rectificaciones honran a Paco Pepe, y en mi opinión no tiene ningún sentido ir más lejos como he leído en su blog y en otros sitios. Me encanta la gente que se equivoca y rectifica, y yo me he equivocado muchas veces y he rectificado, y rectificaré. E incluso hay cosas que a Paco Pepe no le gustaban de Bergoglio como cardenal arzobispo de Buenos Aires y que no por nombrarse a Bergoglio Papa va a tener que aceptar. Tal vez el error de Paco Pepe es que en ocasiones se le enciende mucho su pluma, pero ese es un defecto suyo como yo tengo los míos.

Sin embargo, frente a la actitud de Paco Pepe (elogiosa por dar la cara), nos encontramos con que el líder de la caverna ha procurado ir eliminando todas sus críticas anteriores a Bergoglio. Este sujeto quiere ahora hacerse pasar como una persona que nunca ha reprochado nada a Bergoglio, y digo reprochar por que no hay ni como mínimo ni un solo reproche. Algunas de sus críticas quedan aun en el caché de google, otras por su antigüedad, google no las ha guardado. Pareciera como si los críticos de Bergoglio desde Argentina jamás le hubieran informado a él y a su web tal y como hicieron con Paco Pepe. Vamos, que él nunca se ha quejado de Bergoglio por nada y nunca le ha recriminado sus silencios o el no mojarse en ciertas polémicas de la Iglesia Argentina, como el asunto que terminó en la censura del padre Ariel Álvarez y del que curiosamente ha desaparecido casi todo.