Teresa Forcades pierde el norte.
He visto religiosos de izquierda progresista y comprometidos con Jesucristo y con los más desfavorecidos. Pero ya ni sé en que clase de izquierda milita Teresa Forcades, y tampoco observo en ella el poder de la Fe, ni la preocupación por los desfavorecidos e indefensos. Da a entender que las ideas son para ella lo más importante, y eso me asusta y me preocupa, porque ha terminado saliéndose del progresismo por la tangente y metiéndose en una tierra baldía.
Lo de meterse en la política y apostar por hacer campaña por el independentismo es otro craso error. Como religiosa era más valiosa desde la neutralidad, desde la moderación, desde ese terreno era peligrosa para los sectores conservadores. Que sea independentista o no me da igual, pero el que reivindique como religiosa una capacidad de transmitir Fe y esperanza como ella lo hacía era desolador para los neoconservadores. Ahora es carne de cañón, la expulsarán de la vida religiosa, la someterán a todos los escarnios posibles, y el resultado será para ella más desolador que satisfactorio porque la izquierda a la que pretende asociarse la utilizará y exprimirá hasta donde pueda y la dejarán después en la cuneta como dejan a todos los que tienen creencias religiosas, salvo que reniegues de tu Fe y te prestes al juego anticlerical que ellos practican.