Visitas Papales ruinosas.

Todo parece indicar que las visitas fugaces del Papa a Santiago de Compostela y a Barcelona van a salir cada una por varios millones de euros al contribuyente. Cuatro millones en Santiago de Compostela y seis en Barcelona, y serán visitas relámpago, es decir, de nula o ninguna repercusión internacional. ¿Qué ganan estas ciudades? Nada.

Estamos con una crisis económica muy grave y nuestros políticos mientras pagando la distracción de los titulares de prensa para este año y para el año próximo, porque el Papa va a generar muchos titulares, y durante unos días no se va a hablar de otra cosa que no sea desde lo que comió el Papa hasta los zapatitos rojos o blancos a juego con uno de sus conocidísimos sombreros.

El Papa solo representa algo para nosotros los católicos, para el resto de España nada. Y a mi como católico me fastidia que el pontífice sea tan irresponsable de permitir que se gasten tales dinerales en su persona. Pero ante esto destaca la hipocresía episcopal, porque nuestros obispos son capaces de pedirle a los curas que se recorten sus sueldos para donarlo a Cáritas y mientras negocian millones con las administraciones para traer al Papa. Los curas bastante poco ganan, son mileuristas, como para pedirles tanto para luego ver como los obispos acuden a sacarles millones a las administraciones públicas para actos fastuosos en tiempos en que esto no procede.

Y mientras miremos a Madrid. ¿Podría decirnos Antonio María Rouco Varela por la cantidad exacta de dinero que pretende conseguir para alojar gratis a medio colegio cardenalicio con la visita del Papa del año próximo? ¿No hay suficientes casas de la Iglesia para acoger tan ilustres personas? Que nos cuente Antonio María si los gastos van a pasar de 40 millones de los que 20 millones los paga el estado y el resto empresas que quieren publicidad. Que curioso que Antonio María no se mueva con tanta agilidad por nadie salvo para promocionar su persona organizando un acto tan fastuoso en tiempos de tanta necesidad. Pero, de Antonio María, cualquier cosa es posible y más si anda todo mezclado con dinero, fama, influencia, poder… y al projimo: “que le jodan”.
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