¿Vuelve Francisco Javier Martínez a dar la nota?

Que no cae bien es obvio. Aquí hay gente en Madrid que no habla maravillas de él, y no hablo solo de progresistas. Desde que llegó a Granada, las quejas apuntan siempre en la misma dirección, y rara vez es por cuestiones de disconformidad doctrinal. Algo le ocurre a este obispo que no termina de cuajar y de caer bien, pero sobre todo, que no acaba de dejar contento a su clero y feligreses con su gestión.

Desde luego, y tratando de no decirle ningún descalificativo, Francisco Javier Martínez tiene un problema bastante grave en el trato con las personas de su diócesis. A Rouco rara vez se le critica por su gestión, que deja en no pocos puntos algo que desear, incluso Cañizares cuando era Arzobispo de Toledo no tenía quejas de sus diocesanos. Es más, muchos obispos de este país, apenas hay quejas de su gestión del patrimonio de la diócesis, más bien nimiedades de vez en cuando. Pero Francisco Javier Martínez es casi siempre lo mismo.

Primero un Cabildo y el libro de la catedral por el que le sentaron en el banquillo de los acusados, que si quitarles la televisión a los seminaristas y reducir sus salidas del seminario, luego unas monjitas extranjeras que echo de la diócesis, luego que si las Cofradías, que si le retira los oficios religiosos a un pueblo que no quería cambiar de cura, luego que si la facultad de teología, luego que si monta una escuela de teología y magisterio, etc. Sobre esto último se especula mucho del estado económico de la diócesis. La verdad es que quererle no parece que muchos le quieran, y más cuando debió contratar un asesor de imagen que a saber donde está porque ni se le ve, o es que Francisco Javier Martínez es mucho Francisco Javier y no hay quien pueda con él.

Veremos en que acaba todo esto, pero cierto es que de enemigos anda demasiado bien servido.
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