Lo advierto, Nicolás Maduro no es progresista.

Más vale decirlo alto y claro, porque existe una idea muy extendida de llamar progresista a todo lo que huela a socialismo. Maduro no cree en el progresismo, no cree en la igualdad de derechos de homosexuales y sus ideas son ofensivas contra las minorías sexuales. También está alejado del feminismo moderado y anclado en ideas conservadoras respecto a la valoración de las mujeres.

Nicolás Maduro es un hombre sin ideas democráticas, que solo desea mantener el poder saltándose la constitución venezolana (tal y como pasó no cediendo el mando a Diosdado Cabello) y haciendo campaña televisiva a su favor el mismo día de las elecciones. Es Nicolás Maduro un tipo que amenaza a sus críticos con más energía que el propio Hugo Chávez.

Maduro es también un hombre con bastante menos formación que el fallecido presidente venezolano y con más ansia de poder que aquel. Debo advertir que es un peligro pensar que este señor aspire a traer aires progresistas al régimen de Hugo Chávez.

Nicolás Maduro carece de formación intelectual o universitaria, no entiende de economía, no comprende el lenguaje de la diplomacia, no sabe nada de derecho, sociología ni de nada que le permita dar la cara en la política. Sabemos incluso que es un tipo sin escrúpulos que ha mentido y ocultado el estado de gravedad del expresidente Hugo Chávez para no ser automáticamente destituido

Lo advierto, por muy de progresista que se vista la mona, como mona se queda. Ojalá abran los ojos muchos progresistas como Teresa Forcades, Antonio Duato o la web de Redes cristianas que se está equivocando con ciertos respaldos desafortunados a este señor.
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