La búsqueda de la verdad de la Fe católica.
Una actitud muy distinta es la de los Mormones, quienes imbuidos en el racismo del siglo XIX cometieron el error de denigrar a los negros y latinos negándoles derechos dentro de su religión y asegurando que el color de su piel es la “marca de Caín”, cuando se dieron cuenta de aquel error trataron de enmendarlo asegurando uno de sus líderes que habían tenido una revelación y que los negros y latinos podrían por fin ser tratados como iguales en la fe.
Otra actitud diferente es la de los Testigos de Jehová y las transfusiones de sangre, se cometió un error que ha costado y está costando muchas vidas. Y tristemente, los propios Testigos de Jehová aseguran que los hospitales pueden ponerles un sustitutivo de la sangre, curiosamente se lee en Internet que están dispuestos a recibir sustitutos de derivados sanguíneos de animales. Absurdo enorme, un derivado de la sangre de un animal y en cambio no de una persona.
Exponiendo los ejemplos anteriores, quiero resaltar hacia donde debe dirigirse el catolicismo y que debe evitar. La Iglesia tiene que seguir abriendo las posibilidades de rectificar sus errores, de debatir los temas y de dialogar con un mundo al que tiene mucho que aportar. Ante un error no hay que salirse por la tangente como Mormones y Testigos de Jehová. Una visión cerrada solo conduciría a la Iglesia a su desaparición. No hay que formar gentes de mentes cerradas, sino gente dialogante, que haga autocrítica y con ideas muy bien enseñadas. No hay que caer en la idea sectaria de la posesión de la verdad y la razón, sino en la idea de buscar la verdad y la razón.