El dinero que acuesta asusta. Entre 47 y 54 millones de euros. Una cifra absurda, una cifra incomprensible y un ejemplo más de lo mal hechas que están las cosas. Cuando un acto de una semana cuesta esa cantidad de dinero, solo se puede decir que algo huele a podrido.
Todavía nos queda por saber muchas cosas, pero un acto de ese calibre jamás debería haber llegado ni al millón de euros. Con la buena voluntad de organizadores y asistentes, la cosa habría sido muy económica. Pero a base de tirar la casa por la ventana y de hacer el paripé, esto es lo que se va a cosechar con la famosísima jornada.
Por cierto, ¿Cuánto ha costado realmente la Jornada Mundial de las Familias a Valencia? ¿No se sigue a día de hoy pagando eso hasta en los tribunales de justicia con el famoso Gürtel?
Y para los que nos hablan de los muchísimos beneficios económicos de estas jornadas, si tales beneficios son ciertos, pues montemos otros muchos saraos de estos. Tal vez, gastando 47 milloncitos por cada sarao de estos, salgamos de la crisis.