Otra controversia más de Francisco Javier Martínez.

Prohibir el acompañamiento de los militares a la imagen del Santo entierro de Cristo solo por el hecho de ir armados sin duda es una nueva genialidad de Francisco Javier Martínez, genialidad pero para mal. Se podía haber hablado y hecho las cosas de otra forma, tal vez pidiendo que los militares no llevasen las armas pero no montando el número de excluir a unas personas que se juegan la vida en contiendas por lo general de pacificación y en otras de defensa de la población civil o de ayuda humanitaria.

No voy a coincidir para nada con los grupos católico progresistas de Granada, creo que se equivocan en estar con Francisco Javier Martínez, y creo que el obispo debe rectificar, pedir disculpas por su nuevo arrebato y tratar de hablar con los militares. Armas en una Iglesia/catedral ciertamente puede ser algo controvertido, pero los militares deben participar en las ceremonias litúrgicas y respetárseles como es debido, y estoy seguro que de la misma forma que el hábito no hace al monje las armas no hacen a los militares ser más o menos militares. Pero, dudo mucho que Francisco Javier Martínez cambie su ruidoso estilo de meterse en las polémicas sin saber después como saldrá de ellas.
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