Soy contrario al copago como forma de financiación de la sanidad, no obstante, y dado como está el país, estoy dispuesto a tragar el copago pero solo como medida temporal. Y si estoy dispuesto a asumirlo a regañadientes, es porque hay que salvar la sanidad pública sea como sea.

De nada sirve que la izquierda de este país se queje ahora del copago. El copago se podía haber evitado llevando unas cuentas en la administración equilibradas y responsables. Pero sin embargo la mala administración de comunidades autónomas sobre todo gobernadas por el PSOE, la irresponsable labor de Francisco Camps del PP en Valencia, y la irresponsable administración de Zapatero en la presidencia del gobierno han desembocado en el copago.

Solo hay una forma de mantener la sanidad pública, o hacer recortes y eliminar servicios, o bien buscar nuevas fuentes de ingresos. El copago va a ser una medida que nos toca asumir, a regañadientes tenemos que asumirla, y ya que lo hacemos, debemos pensar en un futuro a quien debemos votar para que lleve mejor las cuentas de la administración eliminando deuda para en un futuro eliminar el copago no solo en la sanidad, sino en la educación y en el transporte público.

Personalmente, estoy cansado cada vez que acudo al médico de no tener con frecuencia cita en el mismo día porque la consulta está abarrotada de ancianos que van a quejarse muchas veces por lo primero que han visto en el programa de Saber Vivir. Ya sé que ellos necesitan más al médico que los sanos, pero no pocos médicos me han comentado que son cansinas las visitas semanales de personas mayores que buscan que les hagan caso. Y a veces insisten en operarse por cosas que no les van a dejar mejor que como ya están y que no es que les vaya la vida en ello. Tal vez el copago ayude a que muchas de estas personas desalojen las consultas y dejen de acudir al médico incluso por una verruga.

PD: El gobierno debe insistir en subir los impuestos al tabaco y a las bebidas alcohólicas de alta graduación y no descartar esta posibilidad.