No me corto ni un pelo con Isabel San Sebastián.
Puestos a pedir recortes, exige ella que la universidad sea barata y gratuita para los mejores estudiantes y que el resto que pague. Como es boba, solo una boba dice eso. O tal vez es que es egoísta.
Que conste que estoy a favor de los recortes, pero de recortar en lujos. Y es un lujo innecesario, caro y costoso mantenerla en Telemadrid. Por no hablar de la imagen de sectaria que da a la cadena.
Si Isabel San Sebastián pensase más o si tuviera un poco de idea de la universidad, lo que debiera exigir es que los profesores de universidad pasasen de alrededor de 6 a 8 horas de docencia semanales a 16 horas semanales. Y digo horas de clases con sus 6 de tutorías. Y entonces podríamos ahorrar en muchos costes. Y también sería bueno exigir que los profesores de universidad sean los mejores docentes, con una preparación de sus clases impecables, con una dedicación y fervor por sus alumnos ejemplar. En cambio tenemos muchos profesores universitarios que dan pocas clases, sueltan el rollo en clase, y se largan a casa, al despacho o a la cafetería.
¿Pero que va a saber Isabel San Sebastián? Pues nada, ella ya estudió su carrera, se colocó muy bien, y se forró los bolsillos. Pero su despreocupación por pensar, empatizar o mejorar su opinión, rebelan que no es una buena profesional. Para presentar programas y por menos dinero, se puede coger a cualquier ciudadano equilibrado y con capacidad de hablar en público, no necesariamente licenciado como Melchor Miralles, aunque este último es otro de los jetas que crecen a la sombra de Esperanza Aguirre chupando de Telemadrid.
Antes de recortar en la universidad, es de exigir depurar de las cadenas públicas de todos esos “profesionales” con enormes sueldos.