La doble vara de medir con las flagelaciones.

Es curioso, cuando se anunció que Juan Pablo II se flagelaba en privado, sin duda con más ánimo del anunciante de promocionar su libro, hubo no pocos que creyeron ver en aquello un síntoma inequívoco de santidad.

Hoy vemos como a un cura, tal vez tan senil o tan lúcido como Juan Pablo II, ha querido dar público ejemplo. Tal vez alguno le parecerá mal que monte la escena en misa, y le parecería bien si el cura se fuese dando latigazos por la calle. A mi me parece que ese cura debe caer en tratamiento siquiatrico. Y creo que a Juan Pablo II, de ser ciertos los rumores sobre sus flagelaciones, que nadie vio (tal vez hacía flexiones), más valdría paralizar más tiempo su causa y asegurarnos que el Papa realmente estaba cuerdo. Ya dije una vez que hay parafilias que cuadran bien con los síntomas de no pocas personas que se flagelan, y el cura ese ya pasa al exhibicionismo.

Esperemos que se pase pronto la estúpida veneración que se tiene por Juan Pablo II y venga una más centrada en lo que fue su persona real, y no en el cargo que ostentó durante tanto tiempo. Y esperemos que dejen pronto de aburrirnos con tantos milagros sobrenaturales que al final resultan ser un fiasco, porque al final son lo que son.

PD: Felicito a esos fieles por detener a su párroco, creo que les honra evitar la vergüenza y no seguirle el juego a un hombre que por lo que parece no rige bien.
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