Se trata de Pedro de Arbués, que fue beatificado en 1662 y canonizado en 1867. ¿Cuál fue su mérito? Morir como inquisidor del reino de Aragón, donde se caracterizó por llevar la crueldad deseada y ansiada por el inquisidor general Tomás de Torquemada a tierras aragonesas.
Creo que un asesino, por muy celoso que sea o haya sido de la Fe, no puede ser hecho Santo y menos aun en los tiempos que corren mantenerse como tal. Por lo que se dice, este cerdo e impresentable personaje fue asesinado tras realizar los primeros autos de Fe en Aragón. Bastaba con que alguien acusase a un judío converso o una mínima sospecha, para que este cerdo se pusiese manos a la obra. Su forma de proceder consistía en detener al acusado, encerrarlo, someterlo a interrogatorio, y como nunca obtenía de estos lo que quería, procedía a torturarlos hasta que los acusados decían lo que él quería que dijesen. Acto seguido, según su gusto, venía o el San Benito o la hoguera.
¿Cómo puede ser modelo de algo un cerdo y un criminal? En mi opinión habría que retirarlo de la lista de santos, sacar el cadáver de la Iglesia donde reposan sus restos, y enterrarlo sin cristiana sepultura por su falta de escrúpulos, moral y de conciencia. Y por supuesto, pedir perdón por tantos siglos de venerar como santo a un asesinos. Sobre todo si en ello, había riquezas que repartirse del acusado.