¿Que la ley de Dios rezume donde primero?

Más que pedir que la ley de Dios guíe las decisiones públicas, que no digo yo que sea mala petición, más coherente debiera ser Antonio Maria Rouco y procurar que sean sus decisiones las que primero estén guiadas por la ley de Dios.

Es una pena que en tiempos de necesidad todos hagan recortes excepto el Cardenal Rouco en su persona. Y puestos a vivir en el lujo, la pompa y la opulencia cuando el mendigo de la puerta de la catedral pasa sus apuros, debiera el cardenal pensarse dos veces las beneficiosa vida austera y hasta acoger en su casa a alguna persona de confianza que lo está pasando mal.

Mientras el Cardenal Rouco no haga esto, es un hipócrita pidiendo o exigiendo a otros lo que no es capaz de exigirse a si mismo. Y por cierto, a mi acoger a un amigo me ha salido casi gratis, porque ha sido tan agradecido que en momentos de enfermedad o a la hora limpiar mi casa o de cocinar, me ha echado un cable de incalculable valor que no se puede valorar con el dinero. Y no digo que siga mi ejemplo, sino el de algunos curas de su diócesis que acogen a una familia entera en su casa logrando al llegar a casa sentirse en un ambiente familiar. Pero el que no da nada, nada recibe, y esperos que el dinero y los aduladores no sean la compañia del Cardenal una vez deje de ser arzobispo.
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