La metedura de pata de Munilla.

He escuchado las declaraciones de Munilla en la cadena SER, y en especial la entrevista completa, y creo que Munilla ha metido la pata y bien metida. Ahora quiere decirnos que es victima de una manipulación, que se le ha descontextualizado, y hasta el mismo quiere hacernos creer que hablaba en otro contexto. Pero si hasta el mismo en la entrevista anunció que era polémico lo que iba a decir.

En Haití ha muerto mucha gente, es una gran desgracia humana. Y otros muchos han perdido sus hogares, y otros tantos morirán en las próximas horas. La desgracia humana, el llanto, y demás problemas tardarán muchísimos años en ser aliviados. Eran antes gente muy pobre, y ahora son aun más pobres.

Munilla no es un obispo tonto, simplemente ha metido la pata. Ha hecho una de esas molestísimas comparaciones que tienden a hacer los obispos que al final acaban en tortas en los medios de comunicación. Pero es que es garrafal comparar la muerte de montones de personas y la miseria posterior de otras muchas, con la situación moral y la Fe en España. ¿Es que acaso vale más la Fe que la desgracia de miles de personas? Ciertamente son dos cosas que no son posibles compararlas, porque el valor de la Fe es muy diferente al valor de las perdidas humanas, es como comparar una iguana con un trolebús, pues ni punto de comparación, lo mismo ocurre con la Fe y con la situación de Haití.

Lo que tiene que hacer Munilla es pedir perdón, ha hecho el imbécil. Ahora bien, como orgulloso que es (que esa es una de sus mayores desgracias personales) no rectificará. Prueba de ello es que arremete contra los medios de comunicación y contra todo el que lo critique por sus palabras. Y la caverna, que desde que robaron un portal de Internet a sus dueños pueden justificarlo todo, justifican hoy las palabras de Munilla y hasta las aplauden.

Pues sinceramente, que horror de Iglesia la que representan. Luego nos quieren dar lecciones de moral a otros. Nos quieren contar que tenemos una paja en nuestro ojo mientras ellos tienen una viga en su propio ojo. Que impresentables tanto ellos como su Munilla.
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