Hay empresarios que el día 29 de Septiembre fueron de lo más listos. He sabido que en cierta empresa, el sindicato de la empresa controlado por los jefes y adscrito a CCOO, decidieron ir a la huelga e imponérselo a los empleados. El jefe hacía sus amagos de protesta, pero ya está, todo era una farsa.
Los empleados, al parecer el 75 % de una plantilla de 250 empleados se fueron a la huelga, y al regresar ayer jueves, se encontraron con que el trabajo que se acumuló ayer lo tendrán que hacer en los tres días siguientes. La empresa, ha ganado en ahorrarse el salario del 75 % durante un día, y el trabajo de todo un día lo recuperarán en las horas de los siguientes.
Listos hay entre los empresarios, quienes perdieron fueron los trabajadores. El empresario, encantado con la huelga y el ahorro. Claro que, los beneficios de esta huelga son para unos y los perjuicios se los llevan otros.
Una empresa de camiones frigoríficos se encontró en el día de ayer imposibilitada de meter en Mercamadrid el pescado. Resultado: que ha tenido que vender el pescado a un precio menor por el día perdido y con riesgo que se estropease. Mi tío Dionisio, que en paz descanse, perdió su empresa en parte por cosas como esta. En su caso se le pudrieron varias toneladas de tomates en un almacén.