La postura de José Bono.
Por otra parte, no creo que se deba considerar el aborto como un derecho de la mujer. En eso no voy a estar conforme con la ley que ha votado José Bono. Me parece mejor que el estado contemple el aborto como posibilidad pero sin llamarlo derecho. Es absurdo equiparar un aborto con el derecho al matrimonio, con el derecho a la sanidad o con el derecho a la educación. Seguro hay fórmulas jurídicas para evitar esta equiparación.
José Bono en el congreso debió de votar conforme a lo que dicta su conciencia. A Bono sé que le fastidia y mucho votar a favor de esta ley, prueba de ello es que nos hace un escrito unos días antes justificando su voto en el congreso. Por ello hay que tener la suficiente coherencia y votar por lo que uno piensa y no en contra solo por agradar al partido.
Creo que Bono hubiera sido mucho más coherente, y convencería más, si hubiera presentado en el congreso un plan de ayudas al que se puedan acoger las madres solteras y embarazadas, y una ley de discriminación positiva a favor de estas. Y todo paralelo a esta ley. La pena es acomodarse en su escaño y en su cargo de presidente del congreso, porque un poquito más de esfuerzo contra el aborto hubiera sido deseable por su parte.
Por mi parte, creo que no se le debe excomulgar y más valdría razonar con él sobre la idoneidad de su postura.