El problema de los cercanías y la RENFE.

Esta semana nos ha sorprendido el pintamonas de José Blanco anunciando su ministerio la posibilidad de suprimir líneas de tren en toda España. Como ministro, José Blanco demuestra ser un completo ignorante en lo relativo a lo que es Fomento, y sus asesores desde luego asesoran mal. Me consta que Pepiño se prepara para ser el sucesor de Zapatero dentro del PSOE, y méritos está haciendo a montones, aunque como ministro está resultando ser nefasto con esto de los cercanías.

Yo soy usuario de los cercanías, concretamente de los que van de Las Rozas a Madrid y de Madrid a Las Rozas, los uso casi a diario, y los alterno con el autobús. Dependiendo de adonde quiera ir o la hora cojo uno u otro. No sé si me voy a ver afectado o no por estas decisiones, porque en unos días pasaré a emanciparme e irme a vivir a Las Rozas para ahorrarme el dichoso trayecto de regreso a casa o de casa al trabajo en el que gastaba dos horas diarias. Pero puedo hablar con experiencia de lo que sé que son los cercanías, porque los de la zona noroeste me los conozco muy bien y algo me conozco los de la zona suroeste.

La línea C7 que va desde Príncipe Pío a Alcalá de Henares pasando por las Rozas y Chamartín, es una línea cuyos trenes tienen una frecuencia de tránsito de media hora. En el trayecto que va desde Majadahonda a Atocha, puedo deciros que la línea va completamente vacía. Vamos, que no hay apenas usuarios en la mitad del trayecto de la línea. Siempre me he preguntado como se puede mandar trenes tan vacíos haciéndolos recorrer una veintena de kilómetros. Si cada uno de esos trenes se compone de seis vagones, con uno solo sobra para llevarnos a los que somos y se ahorraría un 80% en electricidad. Bastaría con acortar la línea, que desde Príncipe Pío hasta Atocha pasando por Las Rozas y Chamartín solo circulase un vagón, y que aciertas horas de gran afluencia entre Príncipe Pío y Majadahonda se aumentase la frecuencia de paso de trenes de un solo vagón tal y como se hace con los autobuses, eso si, procurando que una vez lleguen a Las Rozas, algunos de ellos se volvieran hacia Príncipe Pío para no hacer un trayecto casi vacío por Pitis, Ramón y Cajal y Chamartín.

Por otro lado, no tiene sentido que RENFE siga esforzándose por cuidar de mala forma la ruinosa estación de “El Tejar”, en la que no se baja nadie y que está a cinco kilómetros de “la civilización”, y el incauto que se baja corre el riesgo de encontrarse atrapado en dicha estación por la que apenas paran trenes, y si es de noche ni os cuento tal y como le ha pasado a gente que ha tenido que llamar a la guardia civil para no pernoctar allí o directamente les ha tocado pernoctar porque los caminos para llegar a dicha estación no existen más que por cercanías.

Además, y esto es curioso, RENFE no tiene ni un solo plano con horarios de la línea de cercanías C7 colocados en las estaciones de dicha línea. De las otras líneas si, de la línea C7 no hay ni existe ni nada, lo cual rebela una dejadez y un problema de gestión por parte de RENFE. Lo único que puedes hacer, dado que ya no reparten ni hojas informativas con horarios como antaño, es consultar en Internet.

Pero con esto de la RENFE todavía hay más miga. Se sabe que los trenes que van de Madrid a Ávila y Segovia van casi vacíos, es decir, pasado El Escorial no hay nadie en ellos hacia Segovia o Ávila. Antaño en dichos trenes había gente que se bajaba en Santa María de la Alameda o en Robledo de Chavela, pero ocurrió que algún lumbrera decidió que como esas estaciones ralentizaban los trayectos Madrid-Ávila, pues hizo que solo unos pocos trenes al día parasen por tales estaciones. El resultado no se hizo esperar, fue la ruina completa del transporte por cercanías a dichas localidades. Hoy, a esas localidades, a las que antaño iban mis abuelos para descansar los fines de semana, se accede por carretera. El cercanías es justamente el peor medio para ir porque casi ni existe, y algunos días solo paran dos trenes.

¿Podían haberlo arreglado? Pues tal vez sí. Como justo por estas localidades va poca gente, y poca gente va hacia Ávila, lo ideal sería que desde la estación de El Escorial se inaugure una línea de trenes cortos de un solo vagón con una mayor frecuencia de paso por todas las estaciones, y que la actual línea de trenes termine en el Escorial. La idea sería revitalizar las poblaciones con cercanías, facilitar su comunicación con El Escorial y del Escorial con Madrid, de esta forma, estas poblaciones quedan bien conectadas con Ávila, Segovia, Madrid y todas las poblaciones relevantes de la zona noroeste de nuestra comunidad.

No obstante, no dudo de la capacidad de un ministro de fomento que no tenga formación y estudios, sino de un ministro que no usa para sus viajes el transporte público y que pretende recortarnos el uso del mismo a los que si lo usamos. Cualquier persona obrera de las localidades afectadas por los recortes, conoce bien el disparate que pretende José Blanco y el ministerio de Fomento. Pues eso, que un tipo imbécil, pintamonas y que habitualmente usa su coche para ir desde la localidad de Las Rozas de Madrid hasta la sede del PSOE o al Congreso, o al ministerio de Fomento, o a saber donde, va ahora a quitarnos el transporte público. Y el muy imbécil luego dice ser de izquierdas, apañados vamos.
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