¿Un pequeño puntapié a la doctrina o un descuido doctrinal del Papa?
Es curioso los gestos del Papa Bergoglio, pero sus frases son excelentes y muchas veces rompedoras. Ahora bien, recuerdo mi paso por la parroquia madrileña de Nuestra Señora del Buen Suceso y en uno de esos debates del grupo de jóvenes recuerdo que se hacía extremado hincapié en que no se podía llamar Hijo de Dios a cualquier ser humano sino solo a los bautizados. A mi estas cuestiones doctrinales las tengo que llamar como lo que son y presiento que son, gilipolleces, y creo que no merece la pena seguir sosteniendo o haciendo teología de gilipolleces por más tiempo. El Papa no sé si será de mi opinión, pero hablando con la prensa ha decidido pegarle un pequeño puntapié o cometer ese pequeño descuido doctrinal:
“Os había dicho que os daría de todo corazón mi bendición. Muchos de vosotros no pertenecen a la Iglesia Católica, otros no son creyentes. Os doy de corazón esta bendición, en silencio, a cada uno de vosotros, respetando la conciencia de cada uno, pero sabiendo que cada uno de vosotros es hijo de Dios. Que Dios os bendiga”.
El Papa ha reconocido a todos como Hijos de Dios, a sabiendas que allí puede haber gente no católica, no cristiana y hasta no bautizada. E incluso, llama la atención el respeto del Papa a la conciencia de cada uno. También en la parroquia del Buen Suceso me acuerdo que eso de respetar la conciencia personal dependía si estaba o no formada en los ideales cristianos católicos, pero formada al 100 % en esos valores. El Papa habla directamente del respeto a la conciencia personal a sabiendas de las diferencias ideológicas y doctrinales con los periodistas que tienen justo enfrente.
En fin, ojalá estas sean las nuevas ideas de este pontificado.