La sinvergonzonería de Telefónica.

O más bien de Movistar o como quiera hacerse llamar esa empresa que para mi y para muchos seguirá llamándose como la conocimos, Telefónica. Dinero hay para Jornadas Mundiales de la Juventud, me parece bien que quieran destinar una minuta a eso. Y dinero hay para repartírselo los accionistas, los altos directivos y los buitres. Tampoco me parece mal. Pero lo que si me parece mal, lo que verdaderamente me parece fatal, es que para conseguir pagar todos los caprichitos de la empresa y dar aún más beneficios, haya que despedir a tanta gente en España.

Con telefónica hay muchísima gente disgustada, pero cuando te cambias de compañía a veces las otras empresas te dan un servicio hasta peor. Jazztel, Ono, Orange, etc, no son ni por asomo mejores empresas. También están pésimamente gestionadas, y el disgusto de la clientela ocasiona que tarde o temprano terminen todos volviendo con más disgusto a Telefónica. Además, Telefónica tiene cierto monopolio que le permite tener considerable ventaja sobre el resto de compañías.

Es más, con Wanadoo (hoy Orange) me pasó en una ocasión una cosa muy curiosa, Telefónica jodió algo del cable y me cortó la conexión a Internet, los técnicos de Wanadoo intentaron reparármelo sin éxito, y al final descubrieron la chapuza de telefónica y la propia telefónica aun así tardo con sus técnicos unos días en arreglarme el berenjenal.

Un disgusto enorme que tengo con telefónica es que se niega en rotundo a facilitarme un contrato por escrito y debidamente firmado del servicio que yo he contratado. Lo he pedido y me lo han denegado. Por venganza, yo exijo cada vez que me llamen por teléfono para ofertarme lo que sea, que me den un contrato por escrito para estampar mi firma, y ante su negativa, les digo que no quiero aceptar ninguna clase de oferta suya.

Pero a lo que vamos, ¿para que despide la compañía a tantos trabajadores? Pues es muy sencillo, porque su función puede ser sustituida por contestadores automáticos. No obstante, como ya mencioné antes, existe una forma de joder a Telefónica y salvar los puestos de trabajo, y es exigir a la OCU y a los políticos que intervengan legislando para que se declaren nulos todos los contratos por voz realizados a partir de una determinada fecha. De esta forma, el solo gestionar tanto papeleo, ocasionaría a Telefónica tal problema que aprendería una importante lección y de paso joderíamos a sus directivos, por no hablar que solo la gestión de tantos papeles en contratos demandaría no despedir al personal.

Además, esto dañaría también a otras empresas de comunicaciones, que se verían obligadas a contratar en los países en que operan a más gente para guardar, enviar, archivar y controlar los contratos por escrito. Como ya digo, donde las dan las toman, y sería genial darles bien por culo a estos crápulas. De paso, seguro que hasta creamos más puestos de trabajo en las empresas del papel y en correos.
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