El tinglado de Cajasur o como excusarse un obispo en mentiras.
Con la decisión tomada, la caja esta perdida y entregada al Banco de España, quien decidirá sobre su futuro. Lo primero y mayor prioridad del Banco de España será salvar a los ahorradores y acreedores, lo último serán los trabajadores que según la decisión que se tome, pueden acabar o todos en la calle o solo una parte de ellos.
Ahora bien, el obispo es gilipollas si confía en que me vaya a creer que el y sus cabildos pretendían salvar a sus trabajadores. Casi todos los obispos de Córdoba anteriores han luchado por controlar totalmente la caja, recordemos a Francisco Javier Martínez y el cura Castillejo. Habiéndose hecho con el control la diócesis, una vez se fue Castillejo, lo que vino justo a continuación fue una caja que menguaba año tras año sus beneficios en tiempos de bonanza, llegada la crisis, se descubrió que la caja había prestado dinero por hipotecas de riesgo, y el resultado de tanta ansia especulativa por su parte, de tanto presionar a familias hipotecadas a las que nunca debió prestar nada porque tardarían más de 25 años en pagar, es que acabó quedándose con un agujero de dinero.
Para ser más exactos, hay cajas que generalmente prestan dinero a otras cajas y bancos, opción más segura que prestar a particulares. Cajasur recibió mucho dinero prestado, y Cajasur acto seguido lo represtaba a particulares. Esta idea no es mala, se hace mucho en el sistema bancario, y da fenomenales ventajas si el dinero prestado se presta nuevamente bien. Pero Cajasur especuló como nadie, como hizo también la caja de Ahorros de Castilla la Mancha, y prestó dinero a gente que tardaría demasiado en devolverlo.
El líder de la Caverna asegura que el obispo de Córdoba no quería que la caja cayera en manos de los socialistas. Pues vaya necio, debe ser que el gobernador del Banco de España es del Partido Popular o de ese partido innombrable del nietísimo del Blas Piñar. También dice el obispo, y así lo respalda el líder de la Caverna, que quería salvar a los trabajadores que serían despedidos con la fusión. Pues con la intervención del Banco de España, o cierra Cajasur, o bien la subasta o bien fusiona esta con otras cajas. El resultado es que igualmente irán a la calle muchos trabajadores.
¿Se pudo prever esto? Desde el 31 de Diciembre de 2008, la revista Expansión colocaba a Cajasur como la entidad en el sector de las cajas menos solvente de España, y con una morosidad de más del 5%. Es decir, que desde hace dos años empezando apenas la crisis, esta caja se sabía que andaba de mal en peor. Ahora bien, ¿a quien pedimos responsabilidades? Pues hay que pedírselas a sus dueños, en especial al obispo de Córdoba Demetrio Fernández, capaz ahora de decirnos que luchó por los trabajadores cuando ha puesto en peligro a la plantilla entera.
Buen comienzo el suyo don Demetrio, si para demencia la suya que llega destruyendo parte del patrimonio de la ciudad de Córdoba.