Abeto y pesebre, Reyes y Papá Noel de la mano

En Japón no se enfrenta Papá Noel con los Reyes, ni el Belén es incompatible con el Ärbol de Navidad.

En la celebración cívica y laica de Navidad por los empleados del ayuntamiento, hubo un árbol junto a un mini-Belén y en la residencia de tercera edad y en el jardín de la infancia de la iglesia católica, al concluir la liturgia de las velas, se recibió a Papá Noel con villancios.

Estoy recibiendo por correo tarjetas de felicitación navideñas con reproducciones de arte mariano, enviadas por personas no cristianas. Y el primero de enero me llegarán tarjetas de Año Nuevo japonés firmadas por personas cristianas. Ni se oponen al Belén en nombre de una exagerada laicidad,ni nos oponemos al árbol en nombre de un fanatismo fundamentalista pseudo/católico. Ni lo uno, ni lo otro, en el medio está la virtud como decían S:ocrates, Confucio y también Horacio: Est modus in rebus, sunt certi denique fines, quos ultra citraque nequit consistere rectum...

Es que estamos en Oriente en la cultura de la coexistencia, en vez de la oposición; del talante de conciliación en vez de la manía de enfrentar y crispar; del pluralismo en vez del exclusivismo; de la NHK, en vez de la COPE. La semana pasada la emisora de radio clásica explicó al mundo secular, laico y pluralista japonés lo que significa en latín Gaudete, antes de poner música religiosa en el tercer domingo de adviento.

Con razón han coexistido durante siglos budismo, sintoísmo y confucianismo, integrándose en vez de excluirse. ¿Cuando aprenderemos en España de una vez por todas a optar por el diálogo, a votar por la armonía, a elegir no eliminar a nadie, a abandonar definitivamente la cultura de la crispación, a no enabolar banderas de lucha ni tocar tambores de guerra incivil?
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