Me preguntan: “¿Puede un gay ser sacerdote o religioso?”Respondo: Estoy acostumbrado en Japón a llevar mucho cuidado con el uso discriminatorio del lenguaje y prefiero hablar de personas con una determinada orientación sexual, en vez de decir “gay” o "lesbiana".
Cambiemos también esta vez la pregunta, si no te importa. La reformularía así: ¿Es obstáculo la orientación homosexual para el compromiso de celibato por motivación religiosa?
Respondo: Tanto con una orientación sexual homosexual, heterosexual o incluso asexual, el problema no es la orientación, sino si esa opción es su vocación, si tiene aptitud para ella y se encuentra en condiciones de entrar por ese camino.
Recuerdo que cuando anuncié que me iba al noviciado, alguien comentó con sorna e ironía: “¿Es que no te gustan las chicas?” "Ni mucho menos,claro queme atraen", respondí molesto por la broma y protesté diciendo que no es condición para elegir este camino el ser insensible, frígido, inhumano o asexuado.
Hoy lo expresaría más matizada y serenamente diciendo: Tanto una persona de orientación heterosexual, como es mi caso, o una persona de orientación homosexual o incluso asexual, lo que debe plantearse antes de optar por este camino es si está decidida a crecer en la integración de su sexcualidad en su personalidad, con el fin de capacitarse para tratar con naturalidad, cariño, madurez y sin acomlejamientos, con hombres y mujeres diversos.