Dadles vosotros de comer: Corpus Christi, sin custodias de plata
Nos invitaba Carmen Bellver, en su blog del 1 de Mayo, a fundamentar en Jesucristo la enseñanza social cristiana. Muy apropiada para ello la escena simbólica del reparto de los panes entre la muchedumbre que seguía a Jesús en Galilea (Aludí a ella en mi blog: Galilea en Entrevías).
“Dadles vosotros de comer” es el reto de Jesús en Marcos (6, 37), Mateo ( 14, 16) y Lucas (9, 13). El Jesús con buen humor, según Juan, pregunta: "¿Dónde comprar pan para tanta gente?" (6,5).
En el barrio marginado de Sanya (en Tokyo) un grupo de voluntariado distribuye mantas entre los "sin techo" y colabora en la casa de acogida de las religiosas de la Madre Teresa. Al atardecer se reúnen para una eucaristía casera. Comentan su lectura del evangelio y hacen autocrítica. "Nos parecemos, dicen, a Felipe y Andrés. Felipe, el calculador y Andrés, el timorato.
Felipe calcula con su computadora: “Harían falta más de doscientos panes”. Andrés se agobia y dice tímidamente: “No hay más que cinco panes y dos peces”. Ambos coinciden en no mover un dedo y sentir que no se puede hacer nada.
Entretanto Jesús se ha puesto a partir en trozos su pan con los chiquillos. La gente de alrededor lo imita y se extiende la cadena del reparto. Cuando todo el mundo comparte, al final sobra…”
Hace más de medio siglo los especialistas en exégesis nos explicaron que Jesús no hizo ningún prodigio milagrero sobrenatural de multiplicar panes, sino invitó a repatir con justicia y compartir con solidaridad.
Insisten los especialistas de la Biblia en que el detalle histórico más seguro de este pasaje es la huída de Jesús. Coinciden Marcos 6, 46 y Juan 6, 15 en destacar que Jesús se escapa de la multitud y se va al monte solo.
Dice Juan que lo querían hacer "cabecilla" o "rey". Hoy diríamos "ponerlo en cabeza de lista” para ganar votos. Pero Jesús huye de ese protagonismo, dolido porque no le entienden. Hoy también huiría Jesús a la vista de nuestros cálices de oro y custodias de plata en ciertas procesiones, muestras de las "raíces menos cristianas" de cierto tipo y estilo de cristiandad...
“Dadles vosotros de comer” es el reto de Jesús en Marcos (6, 37), Mateo ( 14, 16) y Lucas (9, 13). El Jesús con buen humor, según Juan, pregunta: "¿Dónde comprar pan para tanta gente?" (6,5).
En el barrio marginado de Sanya (en Tokyo) un grupo de voluntariado distribuye mantas entre los "sin techo" y colabora en la casa de acogida de las religiosas de la Madre Teresa. Al atardecer se reúnen para una eucaristía casera. Comentan su lectura del evangelio y hacen autocrítica. "Nos parecemos, dicen, a Felipe y Andrés. Felipe, el calculador y Andrés, el timorato.
Felipe calcula con su computadora: “Harían falta más de doscientos panes”. Andrés se agobia y dice tímidamente: “No hay más que cinco panes y dos peces”. Ambos coinciden en no mover un dedo y sentir que no se puede hacer nada.
Entretanto Jesús se ha puesto a partir en trozos su pan con los chiquillos. La gente de alrededor lo imita y se extiende la cadena del reparto. Cuando todo el mundo comparte, al final sobra…”
Hace más de medio siglo los especialistas en exégesis nos explicaron que Jesús no hizo ningún prodigio milagrero sobrenatural de multiplicar panes, sino invitó a repatir con justicia y compartir con solidaridad.
Insisten los especialistas de la Biblia en que el detalle histórico más seguro de este pasaje es la huída de Jesús. Coinciden Marcos 6, 46 y Juan 6, 15 en destacar que Jesús se escapa de la multitud y se va al monte solo.
Dice Juan que lo querían hacer "cabecilla" o "rey". Hoy diríamos "ponerlo en cabeza de lista” para ganar votos. Pero Jesús huye de ese protagonismo, dolido porque no le entienden. Hoy también huiría Jesús a la vista de nuestros cálices de oro y custodias de plata en ciertas procesiones, muestras de las "raíces menos cristianas" de cierto tipo y estilo de cristiandad...