Parábola budista para Cañizares y Zapatero
Animado por el comentario de Carmen Bellver al post anterior, evoco la narración budista del matrimonio celoso. Lo cuenta una conocida parábola de las escrituras Theravada. Érase una vez un matrimonio sin hijos, casados por conveniencia pero bien avenidos.
Estaban cenando y faltó agua. Se levanta la esposa, va a la cocina y, al abrir la tinaja, lanza un grito sorprendida al ver una hermosa joven agazapada en su interior. Vuelve indignada e increpa al marido. ¡Qué desfachatez, me engañas y escondes a tu amante en la tinaja de la cocina! El marido perplejo va a la cocina, abre la tinaja y descubre agazapado en su interior a un joven de buena apariencia. Pasa de la perplejidad a la ira contra su mujer. ¡La embustera eres tú, que has escondido a tu amante en la tinaja de la cocina! Pasan de las palabras a las bofetadas. Un bonzo que lo oye desde la calle entra en la casa a poner paz y les pregunta la causa de la riña. "Es el amante escondido en la tinaja". "Es la amante escondida en la tinaja". El bonzo sonríe, coge la pesada piedra del fogón y la estrella contra la tinaja haciéndola añicos. Se derrama el agua inundando la cocina, pero no aparece ningún fantasma de amante por ninguna parte. La pareja había visto en el espejo del agua su propio rostro.
Solamente un 80 por ciento de la parábola se aplica a Cañizares y Zapatero. El otro 20 por ciento no se puede aplicar, porque se enfadarían con el piropo de “hermosos y bien avenidos” y no querr'ian ser vistos como pareja de hecho...
¿Cuando llegará el día en que los partidos políticos, en vez de descalificar al contrincante se limiten a exponer con contenidos su propio programa y dejen de ver su propio rostro en el espejo del otro, sin presupossiciones, ni indignaciones, sin iras ni descalificaciones? ¿Cuando triunfará el talante utópico del diálogo sobre la lacra cultural celtibérica de la crispación?
Estaban cenando y faltó agua. Se levanta la esposa, va a la cocina y, al abrir la tinaja, lanza un grito sorprendida al ver una hermosa joven agazapada en su interior. Vuelve indignada e increpa al marido. ¡Qué desfachatez, me engañas y escondes a tu amante en la tinaja de la cocina! El marido perplejo va a la cocina, abre la tinaja y descubre agazapado en su interior a un joven de buena apariencia. Pasa de la perplejidad a la ira contra su mujer. ¡La embustera eres tú, que has escondido a tu amante en la tinaja de la cocina! Pasan de las palabras a las bofetadas. Un bonzo que lo oye desde la calle entra en la casa a poner paz y les pregunta la causa de la riña. "Es el amante escondido en la tinaja". "Es la amante escondida en la tinaja". El bonzo sonríe, coge la pesada piedra del fogón y la estrella contra la tinaja haciéndola añicos. Se derrama el agua inundando la cocina, pero no aparece ningún fantasma de amante por ninguna parte. La pareja había visto en el espejo del agua su propio rostro.
Solamente un 80 por ciento de la parábola se aplica a Cañizares y Zapatero. El otro 20 por ciento no se puede aplicar, porque se enfadarían con el piropo de “hermosos y bien avenidos” y no querr'ian ser vistos como pareja de hecho...
¿Cuando llegará el día en que los partidos políticos, en vez de descalificar al contrincante se limiten a exponer con contenidos su propio programa y dejen de ver su propio rostro en el espejo del otro, sin presupossiciones, ni indignaciones, sin iras ni descalificaciones? ¿Cuando triunfará el talante utópico del diálogo sobre la lacra cultural celtibérica de la crispación?