Reinterpretar el sueño de José.1

Ocurrió en un pueblo de industria conservera del sureste del país. Eran los años aquellos del franquismo de los cincuenta. Paquita (nombre ficticio) se ganaba unas pesetas (más bien pocas) con lo del tomate. Tenía que aguantar mucho. Varias veces la violó el empresario. Pero no se atrevió a quejarse para no perder el trabajo.

El novio, Joaquín (nombre ficticio) era camionero en la misma empresa. Cuando se enteró, quería matar a don Telesforo (nombre ficticio). Pero Paquita le frenó. Al menos, denunciarle. No, tampoco, dijo Paquita. El jefe es un cacique con mucho poder. Es amigo del gobernador civil y vieja guardia falangista. Dirá que eres comunista y te meten en chirona.

A Paquita empezó a aumentarle la barriguita. ¿De quién sería el bebé? ¿Del jefe o del novio? Es nuestro, dijo él mientras la abrazaba. Y viene también de más arriba, dijo ella. Y Joaquín acogió a Paquita y los dos al bebé.Y el cura del pueblo, que era progre a escondidas, dijo: venga, hijos, boda y bautizo a la vez y viva la Virgen de mi pueblo.

Cuando yo tenía catorce años y era aspirante de Acción Católica oí contar este episodio con mezcla de morbo y misterio a uno de los mayores (porque me gustaba codearme con los de sexto). Desde aquel día descubrí cómo leer el evangelio segun san Mateo sobre el sueño de José.
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