Hay que "detenerse", sigue diciendo el maestro Chih-i.Pararse a respirar de otro modo y a mirar las cosas de otro modo.
El espíritu se deprime y se excita. La pausa contemplativa cura estos estados de ánimo. Cuando se practica
Zen, ocurre a veces que el corazón se enfría, la conciencia se disipa o se produce un estado de ánimo de pesadez y oscuridad. Hay ratos en que nos asedia un mal espíritu. Entonces se recomienda ejercitarse en la práctica de
"mirar las cosas de otro modo", contemplar de manera que se ilumine nuestro corazón y podamos discernir.
Otras veces se producen agitaciones de espíritu que nos intranquilizan. Entonces se recomienda la práctica de
"detenerse", pararse a respirar de otro modo para contener el desbordamiento de la mente.
Estos son los dos polos de nuestro manual de espiritualidad:
pararse y contemplar, detenerse y mirar, respirar y ver las cosas de otro modo...
(Chi'i,
Pararse a contemplar. Manual de espiritualidad del budismo Tendai, trad. cast.de JMC, ed. Sígueme, Salamanca,2007)