El trágico fallecimiento del expresidente Sebastián Piñera ha generado intervenciones de alabanzas, autocríticas y recuerdos críticos.

En la opinión pública ha surgido un clima de fraternidad y una cierta sicología colectiva de unidad en el mundo político, dado principalmente por las coberturas televisivas y con la opinión del gobierno, exgobernantes y políticos en general.

Un país más unido

El mismo arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí confesó esperanza en el futuro de Chile luego de estas las muestras fraternas en estos días. "Espero que el fatal accidente del expresidente Sebastián Piñera y los incendios voraces que nos azotan contribuyan a generar un país más unido, más fraterno y más justo como el que él de la mano de Dios", dijo en la homilía de exequias del exgobernante.

Las mismas intervenciones de las máximas autoridades del país en el acto cívico realizado en la sede de lo que era el Congreso Nacional en Santiago, y que se realizó como parte de los funerales con honores de Estado que encabezó el Presidente Gabriel Boric, fueron la línea de destacar lo más positivo del personaje fallecido.

En dichas alocuciones, por ejemplo, la expresidenta Michelle Bachelet, señaló que Piñera "reivindicó una mirada cristiana, de centro, y luego decidió robustecer la alternativa de una derecha liberal para Chile. Asimismo, lo reconoció como un "articulador" entre la naciente coalición de gobierno, la naciente Concertación de Partidos por la Democracia, y la oposición, "donde él empujaba una derecha que podía tomar distancia del autoritarismo" de Pinochet y sus seguidores.

Autocrítica presidencial

Por su parte el Presidente Gabriel Boric realizó una autocrítica sobre el tipo de oposición que ejerció a Sebastián Piñera en su segundo Gobierno. "Algunos han recordado que fuimos adversarios políticos, es cierto", afirmó. "Ocupar el sillón de O'Higgins, sin embargo, me ha permitido comprender y aquilatar mejor a Sebastián Piñera y con ello a todos los presidentes y presidenta que lo antecedieron".

Continuó recordando que "él tuvo un estilo de ejercer la autoridad que no es el mío, defendió ideas diferente a las de nuestro sector y tuvo una interpretación del estallido social del 2019 que fue diferente a la mía, y actuó en ocasiones de una manera con la que discrepé, pero usando siempre los mecanismos de la democracia y la Constitución", sostuvo. En esa línea, indicó que "como oposición, como ha sucedido otras veces en nuestra historia en medio de la vorágine política, durante su Gobierno, las querellas y las recriminaciones fueron en ocasiones, más allá de lo justo y razonable.

Fe y acción política

Ese recuerdo de un gestor democrático llevó a la Conferencia Episcopal a resaltar en un comunicado público cuando se conoció el fallecimiento de Piñera.

Por eso, al ser consultado por RD el secretario general del Episcopado chileno, monseñor Sergio Pérez de Arce, recordó que en dicho "mensaje de condolencias como Conferencia Episcopal, hemos destacado su vida entregada por el bien de Chile y de su gente".

Explicitó que "de verdad, más allá de los acuerdos o desacuerdos que se haya tenido con sus ideas políticas, fue una persona que trabajó por el bien del país a través de la acción política y mostró un alto grado de compromiso y eficiencia".

Añadió el obispo secretario general que "lo más importante que destacaría es su talante democrático y su apuesta por el diálogo y el acuerdo, porque son valores que seguimos necesitando en la convivencia y en la acción política hoy".

Entre tanto, el obispo auxiliar de Santiago, Álvaro Chordi, que en su trabajo de vicario de pastoral de la arquidiócesis mantiene estrecha relación con las comunidades cristianas de todos los sectores, expresó a RD que "don Sebastián Piñera Echenique fue un Presidente democrático y transversal que comprometió a la derecha en el juego político después de la dictadura de Pinochet. Fue un hombre muy familiar y trabajólico, de carácter y pragmático, un empresario exitoso, un católico que se crecía en situaciones difíciles, como la reconstruccion del país después del terremoto, el salvataje de los mineros o la gestión eficaz y rápida de la pandemia".

Añadió que "pareciera que no previó y le costó interpretar el estallido social de 2019. Si bien instituyó la Pensión Universal Garantizada, el posnatal y el matrimonio igualitario, no logró encauzar la demanda social de una red de proteccion social en salud, pensiones y educacion".

"Su funeral de Estado en la Catedral Metropolitana de Santiago, presidido por nuestro Arzobispo, don Fernando Chomalí, y rodeado del cariño de la gente y de todo el espectro social y político, muestra el reconocimiento agradecido de la ciudadanía, especialmente por su talante democrático y de consenso y por haberse entregado incansablemente a Chile. Descanse en la paz del Señor" delcaró el obispo Chordi.

Dolor de las víctimas

Pero también hay dolores en esta historia. Así, Álvaro Ramis, teólogo laico, actual rector de la Universidad de Humanismo Cristiano y analista político en algunos medios de comunicación, dijo que "en mi caso el recuerdo del expresidente Piñera está marcado por un acontecimiento trágico que ocurrió el 8 de noviembre de 2019, cuando la represión de las protestas ligadas al estallido social de ese momento fue herido y mutilado. Un estudiante de la universidad en la cual ejerzo como rector que se llama Gustavo Gatica, producto de las heridas, quedó ciego y ha tenido que luchar por muchos años, no solo para recuperarse, lograr titularse como psicólogo, sino además para buscar justicia".

Señaló que para él "ese hecho es muy relevante porque lo presencié a los pocos minutos de la de la situación, acompañando a la familia y además notando la absoluta discrecionalidad y brutalidad de la represión ejercida en ese momento por parte de las autoridades policiales. Yo creo que la memoria de una persona no se reduce a un acontecimiento”.

“Por supuesto que el expresidente Piñera tuvo una larga vida y ella podrá ser analizada y contemplada de distintas maneras. Pero para mí este hecho es muy relevante y no puedo dejar de señalarlo debido a que hay personas involucradas. Hay circunstancias de vida que han sido trastocadas para siempre y en este momento creo que cuando se hacen evidentes muchos recuerdos de esta de la figura del presidente, también es necesario hacer memoria de las víctimas, que creo que requieren legítimamente reconocimiento de lo que han sufrido y de la reparación pendiente hacia ellas" señaló el teólogo.

Tratamiento de la prensa

En una línea similar, la religiosa Alejandra Cortez cuando RD le pidió su opinión expresó que "como una persona cristiana, por supuesto que nunca me voy a alegrar con la muerte de alguien ni tampoco la voy a celebrar. Al contrario, creo que siempre una muerte causa dolor y más aún cuando son en trágicas situaciones" como fue la del expresidente Piñera.

Sin embargo, "en este caso, la prensa le ha dado tal tratamiento que siento que se pierde el foco de lo que es realmente importante en el país, que son las trágicas muertes de 132 personas por los incendios en la región de Valparaíso, y de miles de familias que han perdido sus viviendas, sus enseres y recuerdos, además de los cientos de familiares que aún están desaparecidas. Yo creo que lo realmente trágico e importante es esto, sin desconocer el dolor de la familia del expresidente".

La religiosa que acompañó de cerca a muchos manifestantes durante el estallido social recordó que "nunca hay un muerto malo, como decimos en Chile, pero resulta que Piñera siempre fue una figura controvertida por sus manejos empresariales el Banco de Talca, las empresas zombis que tuvo, la situación ambiental de Dominga y la represión policial en su segundo gobierno, que dejó a más de 400 personas sin visión o con visión reducida porque la policía les disparaba los ojos. Esto no se puede olvidar y no se puede considerar que el ex Presidente Piñera haya sido una figura como se la está pintando en este momento".

"Piñera puede ser la figura una vez muerto"

Gabriel Salazar, Premio Nacional de Historia cuestionó el supuesto legado del expresidente y precisó: “el modelo neoliberal, él no lo inventó ni lo impuso ni lo legitimó”.

Sobre la discusión del legado del expresidente, Salazar subrayó que "una forma de legitimar tardíamente un modelo que partió ilegítimo por nacimiento, es asociarlo a una figura carismática, o sea, a un héroe bueno, a un presidente bueno, una imagen que despierta el cariño de la gente”, explicó en entrevista con Radio Futuro.

“Entonces, Piñera puede ser la figura una vez muerto. Y de ahí el interés intenso que puso la derecha para darle una figura carismática que lamentablemente los medios de comunicación, sobre todo la televisión, han acompañado con entusiasmo”, afirmó el Premio Nacional de Historia.

Y agregó la siguiente reflexión: “instalan la idea de que fue un presidente querido por el pueblo, que el pueblo le llegó a dar una expresión de cariño más o menos permanente, que fue un presidente que dejó un legado al país, que es admirable, que era un hombre íntegro, etc. Pero no olvidemos que el 2019 dijo que estábamos en la guerra, solo que el ejército no le acompañó en esa propuesta”.