Mensaje al concluir la Asamblea Plenaria “Alegres en la esperanza”: un llamado de la Iglesia chilena al bien común

Obispos de Chile
Obispos de Chile

La Conferencia Episcopal de Chile culminó su 130ª Asamblea con un nuevo mensaje a la sociedad, en que invita a cuidar la democracia y enfrentar las aflicciones del pueblo. 

Entre desafíos sociales y compromisos pastorales, los obispos ofrecen esperanza, pero con una narrativa que enfrenta limitaciones políticas y eclesiales. 

Los obispos de Chile concluyeron su asamblea con un mensaje bajo el lema "Alegres en la esperanza" (Rm 12, 12), destacando la importancia de trabajar por el bien común y fortalecer la democracia frente a desafíos sociales críticos. Identificaron problemas como el crimen organizado, la corrupción, la falta de acuerdos políticos y las carencias que afectan a los más vulnerables, haciendo un llamado a las autoridades y la sociedad a construir una convivencia basada en la justicia y el respeto mutuo.  Pero ¿es suficiente su mensaje para movilizar a la sociedad?

En el ámbito eclesial, resaltaron los avances locales en catequesis y las oportunidades de pastoral juvenil, enmarcando estos esfuerzos en la visión sinodal promovida por el Papa Francisco.

El mensaje incluyó referencias a encuentros recientes en Roma con el papa Francisco, subrayando la comunión con el Sucesor de Pedro y celebrando el nombramiento del arzobispo de Santiago, Fernando Chomali, como nuevo cardenal chileno.

Además, invitaron a la comunidad a participar activamente en la preparación del Año Santo Jubilar 2025 y a conmemorar los 40 años del Tratado de Paz entre Chile y Argentina, renovando el compromiso con el diálogo y la paz.

Este "mensaje" da cuenta general de la variedad de temas abordados en la semana de reunión y en el ámbito político reitera llamientos similares anteriores. En este aspecto pareciera que el discurso episcopal no logra penetrar en la sociedad para generar una transformación de las realidades que preocupan.

A continuación, el texto completo de la declaración:

MENSAJE

130 Asamblea Plenaria  de la Conferencia Episcopal de Chile
“Alegres en la esperanza” (Rm 12, 12)

Al concluir nuestra 130 Asamblea Plenaria en San Francisco de Mostazal, enviamos este Mensaje a todos los fieles y personas de buena voluntad.

1.El mes pasado, el Comité Permanente de nuestra Conferencia Episcopal fue recibido en Roma por el Papa Francisco y sus colaboradores más cercanos, ocasión en que se compartió sobre los desafíos actuales de nuestra misión evangelizadora y el camino de conversión y purificación que como Iglesia en Chile hemos recorrido en los últimos años. Damos gracias al Santo Padre por su acogida y sus orientaciones, signo de nuestra comunión con el Sucesor de Pedro. Asimismo, agradecemos su especial cercanía con nuestra Iglesia manifestada en la próxima creación como Cardenal del Arzobispo de Santiago, Mons. Fernando Chomali Garib. Esto nos honra y compromete a seguir trabajando en la construcción de una comunidad misericordiosa y en salida. 

2.Al contemplar la vida de nuestra patria, somos conscientes como Pastores de tantas aflicciones y temores que vive nuestro pueblo: la creciente amenaza del crimen organizado y del narcotráfico sobre la convivencia social y la vida democrática, las carencias materiales que afligen a los más vulnerables, las disputas estériles que no permiten los acuerdos que la ciudadanía demanda, la corrupción que vulnera la justicia social y la confianza pública, la falta de acogida a los migrantes que buscan en esta tierra un lugar de paz y progreso, en un intercambio que nos haga crecer a todos.  A las autoridades les invitamos a trabajar decididamente por el bien común, cuidando el clima político y procurando fortalecer la democracia y sus instituciones.

3.Es un motivo de esperanza en la vida de nuestra Iglesia las orientaciones del Sínodo sobre la Sinodalidad, recién concluido en Roma, en el cual se ha fortalecido la conciencia de la corresponsabilidad de todos los bautizados en la misión evangelizadora, en la diversidad de servicios y carismas, todos instrumentos del Señor en la construcción del Reino.  También nos alienta en nuestro caminar local, los pasos que hemos podido dar en esta Asamblea para promover la renovación de la catequesis, aprobando un documento orientativo, de manera que se haga cargo de las nuevas realidades religiosas, sociales y culturales de este tiempo. Expresamos nuestra profunda gratitud a los catequistas que sirven con verdadera vocación y amor en la trasmisión de la fe en la Iglesia, como a los sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas que los acompañan. Invitamos a que muchos fieles puedan prepararse  para colaborar con esta importante misión. 

4.Con gran esperanza nos preparamos para vivir la Primera Jornada Nacional de la Juventud (JNJ), a realizarse en La Serena los días 21 al 26 de enero del 2025. Este desafío pastoral nos invita a ofrecer mayores espacios a los jóvenes en la Iglesia que permitirá fortalecer su compromiso de fe y servicio a nuestra patria. Les invitamos a orar por los jóvenes y los frutos de esta Jornada.

5.El Papa Francisco ha invitado a la Iglesia a vivir intensamente la gracia del Año Santo Jubilar 2025, como peregrinos de la esperanza, que comenzará en la próxima Navidad con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Desde allí se extenderá a todo el mundo la luz de Cristo, esperanza nuestra, quien ha vencido al mal con el bien, y ha hecho del Amor misericordioso de Dios la fuerza que transforma la historia del mundo y de cada uno de nosotros. Los animamos a vivir este Jubileo desde una auténtica actitud espiritual y uniéndose a las diversas iniciativas en nuestras Iglesias particulares.

6.Al cumplirse los 40 años del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina, fruto de la mediación de San Juan Pablo II, les invitamos a dar gracias al Señor por todos aquellos que colaboraron en alcanzar el éxito de este acuerdo entre pueblos hermanos, que nos confirma que el diálogo, el derecho y la justicia son siempre el camino para la solución pacífica de los conflictos. 

Al finalizar este Mensaje, compartimos con ustedes la alegría de la celebración de los 50 años de la Dedicación del Santuario Nacional de Maipú. Así como los Padres de la Patria encomendaron los destinos de Chile a la maternal intercesión de la Virgen del Carmen, renovamos hoy esa súplica humilde y confiada a la Madre de Dios, para que nos ayude a construir entre todos esa gran nación de hermanos, donde todos tengan pan, respeto y alegría. Les bendecimos en este Mes de María,  L

Los obispos de la Conferencia Episcopal de Chile

San Francisco de Mostazal, 15 de noviembre de 2024.

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