Curas Villeros llaman "A levantar la esperanza" En Argentina crece desesperación de los pobres y sacerdotes abren nuevos comedores en barrios populares
El equipo de curas de los barrios populares de la Argentina denuncia la dura realidad que a diario viven los pobres en 5 mil barrios populares del país, en los cuales casi la mitad de la población está conformada por niños y adolescentes
"El aumento desmedido de precios, la angustia por el creciente desempleo y la precarización laboral, la droga que sigue atrapando a muchos pibes y la poca perspectiva de un Estado presente que cuide a los más débiles, causan desesperación"
"Nosotros seguimos acompañando la vida de nuestros barrios, aportando a la organización de la comunidad, dialogando con quien sea para que juntos busquemos el bien común, siempre en el marco de nuestra tradición democrática, sin perder nunca la esperanza y la crítica sensata, sincera y responsable"
"Nosotros seguimos acompañando la vida de nuestros barrios, aportando a la organización de la comunidad, dialogando con quien sea para que juntos busquemos el bien común, siempre en el marco de nuestra tradición democrática, sin perder nunca la esperanza y la crítica sensata, sincera y responsable"
| Aníbal Pastor N. periodista
Completado un mes del nuevo gobierno argentino, que preside Javier Milei, la realidad del país se hace cada día más insostenible para los sectores vulnerables y por ello es necesario "que se consoliden y profundicen las políticas de integración socio-urbana de los más de 5.000 barrios populares del país, que se ejecuten las obras necesarias".
Así alertan 50 curas villeros, hermanos religiosos y diáconos que trabaja en barrios populares del país, quienes emitieron una declaración, titulada "A levantarnos con esperanza" sobre las difícil situación económica y social que viven los pobres a raíz de las políticas públicas implementadas por las autoridades.
En su declaración, los agentes de pastoral popular indican que en el el pueblo hay desesperación dado el aumento desmedido de precios, el creciente desempleo y la precarización laboral. "Hace falta una fuerte política alimentaria y habitacional en estos tiempos, sobre todo en nuestros barrios que tienen una población mayoritariamente infantil", afirman.
Ante esto, señalan que "estamos abriendo varios comedores de emergencia que se suman a los ya existentes, porque para muchos es muy difícil el acceso al pan de cada día. Queremos estar a la altura de lo que necesitan nuestros vecinos".
Añaden que la droga sigue siendo uno de los grandes problemas que afecta d8rectamente a los jóvenes. "Es preciso que la Sedronar ayude a ponerse de pie a tantos" dicen, haciendo referencia la secretaría estatal que ayuda ante el flagelo de las adicciones.
Sobre el tema de la inseguridad añaden que repudian que la única respuesta de la autoridad frente a hechos delictivos cometidos por jóvenes adolescentes "sea la baja de edad en la imputabilidad".
"Es preocupante el fácil acceso a las armas en nuestros barrios, así como también la falta de vacantes en escuelas de sectores vulnerables y la falta de capacidad que tenemos como sociedad para contener a los jóvenes en las escuelas", señalan los agentes de pastoral popular.
Los curas villeros reconocen que "estos problemas llevan años de antigüedad y sólo se pueden mejorar con políticas de estado que busquen justicia, paz y concordia, en un clima de unidad y sensibilidad hacia los que quedan afuera en la mesa de la vida. Esto no se construye de un día para el otro". "Estamos en la misma barca", señalan recordando la frase que popularizó el papa Francisco en pandemia.
Y concluyen: "Nosotros seguimos acompañando la vida de nuestros barrios, aportando a la organización de la comunidad, dialogando con quien sea para que juntos busquemos el bien común, siempre en el marco de nuestra tradición democrática, sin perder nunca la esperanza y la crítica sensata, sincera y responsable".
Texto completo de la declaración "A levantar la Esperanza".
Los curas de villas y barrios populares del país compartimos la gran preocupación por la actual situación social que impacta fuertemente en nuestras villas y barrios populares.
El aumento desmedido de precios, la angustia por el creciente desempleo y la precarización laboral, la droga que sigue atrapando a muchos pibes y la poca perspectiva de un Estado presente que cuide a los más débiles, causan desesperación. Algunas de estas cuestiones las veníamos advirtiendo durante la campaña, a veces en soledad.
Esta situación abarca lo económico, lo político, lo cultural. En estos tiempos estamos abriendo varios comedores de emergencia que se suman a los ya existentes, porque para muchos es muy difícil el acceso al pan de cada día. Queremos estar a la altura de lo que necesitan nuestros vecinos.
Necesitamos que se consoliden y profundicen las políticas de integración socio-urbana de los más de 5.000 barrios populares del país, que se ejecuten las obras necesarias.
Nos preocupa la atención de la emergencia alimentaria de hoy, mañana y el próximo mes, lo mismo que los precios de los medicamentos, los alquileres precarios en nuestros barrios, la garrafa y tantos aumentos sin freno, cosa que no sucede con los salarios y los ingresos.
Hace falta una fuerte política alimentaria y habitacional en estos tiempos, sobre todo en nuestros barrios que tienen una población mayoritariamente infantil.
Es preciso que la Sedronar ayude a ponerse de pie a tantos, a quienes se les rompió la vida y el tejido social por la exclusión. Nos sentimos unidos a quienes caminan al lado del pueblo y palpitamos de distintas maneras con diferentes grupos y sectores que manifiestan sus preocupaciones y descontentos.
Nosotros seguimos acompañando la vida de nuestros barrios, aportando a la organización de la comunidad, dialogando con quien sea para que juntos busquemos el bien común, siempre en el marco de nuestra tradición democrática, sin perder nunca la esperanza y la crítica sensata, sincera y responsable.
Sabiendo del drama de la inseguridad, repudiamos que, frente a los hechos delictivos de nuestros adolescentes, la principal respuesta sea la baja de edad en la imputabilidad. Es preocupante el fácil acceso a las armas en nuestros barrios, así como también la falta de vacantes en escuelas de sectores vulnerables y la falta de capacidad que tenemos como sociedad para contener a los jóvenes en las escuelas.
Es necesario que recuperemos la voluntad de diálogo en un marco de pensamientos diversos a la hora de buscar caminos de solución. Seguimos viendo a muchísimos dirigentes de los diversos ámbitos lejos de lo que le pasa a la gente de a pie.
Estos problemas llevan años de antigüedad y sólo se pueden mejorar con políticas de estado que busquen justicia, paz y concordia, en un clima de unidad y sensibilidad hacia los que quedan afuera en la mesa de la vida. Esto no se construye de un día para el otro.
Queriendo «dar razones de nuestra esperanza» (1 Pedro 3,15), pedimos a la Virgen de Luján, Madre del Pueblo Argentino, que nos siga dando fuerzas para ayudar a levantar nuestra Patria.
EQUIPO DE SACERDOTES DE VILLAS Y BARRIOS POPULARES DE ARGENTINA
P. Lorenzo de Vedia, P. Facundo Ribeiro, Villa 21-24 y Zavaleta. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Gastón Colombres, P. Jesús Carides. Villa 15. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Carlos Olivero, Villa Palito. Diócesis de San Justo.
P. Nicolás Angellotti, Puerta de Hierro, San Petesburgo, 17 de Marzo, 17 de Marzo Bis, Villegas. Diócesis de San Justo.
P. Guillermo Torre, Barrio Nicol. Diócesis Gregorio de Laferrere.
P. Ignacio Bagattini, P. Agustín López Solari, Villa 31. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Pedro Cannavó, P. Federico Ortega, Padre Eduardo Giardejo, Barrio Ricciardelli ex Villa 1-11-14. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Gustavo Rofi, P. Gabriel López, Barrio Don Orione-Claypole. Obra Don Orione. Diócesis Lomas de Zamora.
P. Andrés Benítez, Villa La Carcova, 13 de Julio y Villa Curita. Diócesis de San Martín.
P. Damián Reynoso, Monoblocks Villa Soldati. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Adrián Bennardis. P. Domingo Rehin, Villa 3 y del Barrio Ramón Carrillo. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Joaquín Giangreco, Villa Trujuy. Diócesis Merlo-Moreno.
P. Carlos Morena, José García, Salesianos Don Bosco. Diócesis de Zárate-Campana.
P. Leonardo Silio, P. Jorge Moreno, Barrios Manantiales, Atalaya, Rififí, Cascallares, Cassasco y La Porteña. Diócesis Merlo-Moreno.
P. Ariel Corrado, P. Adrián Ortigoza, Villa 20. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Andres Tocalini, Villa Piletones. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Pedro Baya Casal, Villa Rodrigo Bueno. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Miguel Berriel, Villa Inta y Barrio Múgica. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Francisco Ochiuzzi, Parroquia Catedral San Miguel. Diócesis de San Miguel.
P. Hugo Salas, Parroquia San Antonio de Padua, General San Martín, Chaco.
Hno. Cristian Viscardi, Hogar de Cristo San Vicente, P. José María Di Paola, Santiago del Estero, Capital.
Mariano Oberlin, Parroquia Crucifixión del Señor, Barrio Müller, Córdoba.
P. Francisco Contamin, Parroquia Beatos Mártires Riojanos, Zona Este, La Rioja.
P. Hernán David, Parroquia Santa Rita. Diócesis de Mar del Plata.
P. Daniel Echeverría M.SS.CC., P. Anaclet Mbuguje M.SS.C, Párrocos Solidarios, Parroquia Enrique Angelelli y Mártires Riojanos. Diócesis de San Justo.
P. Mario Vicente Lezcano, Parroquia Jesús Misericordioso, Arquidiócesis de Corrientes.
P. Héctor Díaz (Choby), Parroquia San Benedeto, Mar del Plata.
Diácono Marcelo Cuello, Cosquín. Arquidiócesis de Córdoba.
P. José García. Diócesis Zárate-Campana.
P. Marcelo Valsecchi, Salesiano, Bº Ludueña. Arquidiócesis Rosario.
P. Marcos Aguirre, Salesiano, Bº Ludueña. Arquidiócesis Rosario.
P. Daniel Pesce. San Benito, Barrio Manantiales. Posadas, Misiones
P. Federico Salmerón, Centro Comunitario Wenceslao Pedernera. La Rioja.
P. Mario A. Ottonello, Unidad Pastoral Cura Brochero–Malvinas Argentinas. Arquidiócesis de Córdoba.
P. Raúl Gabrielli, Misionero de la Misericordia. Rosario.
P. Pablo Viola. Parroquia Jesucristo del Mundo. Comercial, Angelelli 1 y 2, 12 de septiembre, El Milagro, Hogar 3. Arquidiócesis de Córdoba.
P. Marcelo Ciavatti, Estación Misionera Santa Lucía. Rosario, Santa Fe.
P. Mauricio Cardea, Parroquia Nuestra Señora de la Guardia. Villa Celina, La Matanza.
P. Matías González, P. Germán Ignacio Meling. Cáritas Morón.
P. Fabio Solti, SJ., Parroquia Nuestra Señora de Luján. Quilmes Oeste.
P. Marcelo Durango, Parroquia San José. San Miguel de Tucumán.
P. Franco Punturo. Nuestra Señora del Rosario de Fátima, Barrios Villa Magdalena, El Jardín, Las Batarazas y los Gómez. Merlo, Provincia de Buenos Aires.
P. Mario Daniel Fregenal FDP, Don Orione. Mar del Plata.
P. Melchor López. Parroquia Nuestra Señora de la Misericordia. Arquidiócesis de Córdoba.
P. Marcos García. Arquidiócesis de Córdoba.
P. Daniel Blanco. Arquidiócesis de Córdoba.