Ordenado el 8° obispo auxilar de Santiago de Chile Cardenal Celestino Aós envió a su nuevo obispo auxiliar, Luis Migone, a trabajar por la unidad de un "presbiterio herido y dividido"
El cardenal Aós, en su homilía, enfatizó el espíritu de servicio que debía guiar el ministerio episcopal de Migone, indicando que "el obispo debe ser evangelizado y que en medio de las crisis debe mantener siempre la certeza de que Dios no deja de amar y llamar".
Citando a "Jesús, que ha sido hombre de unidad", el arzobispo señaló que "en una iglesia y presbiterio herido y dividido, usted deberá rezar y ser hombre de unidad y concordia. Pero de esa unidad y concordia de corazón".
| Aníbal Pastor N. Corresponsal en Chile.
La ordenación episcopal de Luis Migone se realizó el pasado sábado (1 de julio) en la Catedral Metropolitana de Santiago de Chile. La ceremonia fue presidida por el Cardenal Arzobispo Celestino Aós y concelebrada por el Nuncio Apostólico en Chile, Alberto Ortega. Participaron 24 obispos (entre ellos, el exarzobispo y el cardenal, Ricardo Ezzati), cerca de 60 sacerdotes, 10 diáconos y 20 seminaristas, junto con unos 250 fieles, entre quienes destacaban religiosas y agentes de pastoral laicos.
Hombre de unidad
Citando a "Jesús, que ha sido hombre de unidad", el cardenal Aós señaló que "en una iglesia y presbiterio herido y dividido, usted deberá rezar y ser hombre de unidad y concordia. Pero de esa unidad y concordia de corazón", afirmó.
Continuó diciendo: "Usted ha querido poner como lema de su servicio episcopal estas palabras que Jesús oró: Para que todos sean uno. Que usted sea un cristiano, un obispo, un hombre que trabaja por la unidad en escucha, en diálogo y en consejo. Hombre de unidad porque reza porque solo Dios puede acercar los corazones heridos y enemistados".
Y añadió que será "un gran servicio a los hermanos, a los presbíteros y a los obispos", subrayó.
Así, el cardenal Aós, en su homilía, enfatizó el espíritu de servicio que debía guiar el ministerio episcopal de Migone, indicando que "el obispo debe ser evangelizado y que en medio de las crisis debe mantener siempre la certeza de que Dios no deja de amar y llamar".
Explicó luego que "la cercanía con Jesús permite confrontar nuestra vida con la suya. Y su cercanía con su pueblo también vive la cercanía con su Señor".
Añadió que "la primera tarea del obispo es orar" y luego mantener "cercanía con los demás obispos de la Conferencia Episcopal, cercanía con el Papa y los sacerdotes, porque el obispo no es un vigilante sino un padre, que ayuda a discernir la voluntad de Dios".
Dijo también que la "obediencia puede ser tensionada pero no se rompe". Aós pidió "humildad, capacidad de escucha, autocrítica y dejarse ayudar. Ser santo junto con los demás, no en soledad, es decir, en sinodalidad", afirmó, porque "el sacerdocio no se puede entender sino en pertenencia al santo pueblo de Dios". "Pedimos para nosotros y para usted: danos un corazón sabio", concluyó el arzobispo.
Luis Migone
Luis Migone, a sus 64 años de edad, de los cuales 34 ha dedicado al sacerdocio, expresó en entrevista de prensa que quiere "colaborar en el desafío que tiene la Iglesia hoy, hacer su papel de transmitir el Evangelio, no repetirlo, más bien interpretarlo, desde lo que provoca en nuestros corazones. Además, aprender de nuestra historia, pero no volver atrás a llorar sobre las cosas que hemos perdido, sino dar un paso más adelante y uno de ellos es aprender mucho más a escuchar y ayudar a que las personas descubran su propio camino".
Estuvo 29 años como formador del Seminario Pontificio Mayor de Santiago y desde el 2001 era también director espiritual en el mismo lugar. Participó seis años en el Consejo Asesor de Prevención de Abusos de la Iglesia de Santiago: “Creo que fuimos muy ingenuos, torpemente, es decir, no le dimos el nombre correcto al asunto. Yo escuché más de una vez, en mis inicios de sacerdote, que un cura tuvo un problema afectivo, se enamoró de una mujer, entonces le dimos un tiempo, pero después supe que esa mujer tenía 14 años y él tenía 45, eso es otra cosa y no le pusimos los nombres correctos”, precisó el nuevo obispo Auxiliar de Santiago.
Migone se ha convertido en el octavo obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santiago, que encabeza el cardenal arzobispo Celestino Aós OFMCAP. Son obispos auxiliares Andrés Arteaga, Cristián Roncagliolo, Alberto Lorenzelli SDB, Julio Larrondo, Carlos Godoy, Cristián Castro y Álvaro Chordi. Arteaga no está activo por enfermedad y Roncagliolo fue enviado a realizar un proceso de sanación en España luego de haber sido denunciado por abusos de poder.
Saludo final
En un mensaje al final de la eucaristía en la que fue ordenado obispo, Migone, con manifiesta emoción, hizo recuerdos de su formación en la fe en su familia. "No soy doctor en nada" dijo enfatizando que "mi corazón habita en Dios". En mi oficio de acompañar en el Seminario, dijo que "he contemplado la misericordia de Dios. Este don que he recibido desde el seno de mi madre y que ha ido madurando hasta hoy y que lo llevo en vasijas de barro para que esto manifieste que es todo suyo. Todo lo que he recibido, el gozo de acompañar y el sufrimiento, todo viene de Dios y del cuerpo de Cristo que es la iglesia", afirmó.
Concluyó pidiendo oraciones en su nueva responsabilidad ministerial y consagró su episcopado a la Virgen María.