El sacerdote, chileno, Felipe Berríos, quien renunció con anterioridad a la Compañía de Jesús, fue sobreseído por un tribunal (12° Juzgado de Garantía), respecto de una de las dos denuncias de abuso sexual establecidas civilmente en su contra, las cuales fueron presentadas en su momento por la Fundación para la Confianza, especializada en el acompañamiento a las víctimas de abusos.

Antes, el Ministerio Público ya había decidido no continuar investigando al religioso. Cabe indicar que en el sistema procesal chileno el Juez de Garantía se encarga, durante la etapa de investigación, de la protección de los derechos fundamentales del imputado, de la víctima y de los testigos. Asimismo, falla en casos que no requieren llegar a un Tribunal Oral en lo Penal, por ejemplo, en el procedimiento abreviado. La fiscalía es quien pide si el acusado es o no imputado penalmente.

“NO ES DELITO”

En esta resolución, el tribunal acogió el argumento del defensor del religioso, quien había solicitado que se suspendiera el proceso de la causa dada la supuesta inexistencia del delito. El penalista dijo a La Tercera PM: “que un tribunal de la República haya concluido que los hechos descritos por una de las denunciantes, incluso si fueran ciertos, no son constitutivos de delito, es una manifestación evidente de la cuestionable calidad de las acusaciones que se formularon públicamente contra Felipe Berríos”.

Cabe recordar que la denuncia que abrió este caso está relacionada con una mujer adulta que aseguró que el sacerdote había abusado de ella en el 2004, cuando tenía siete años edad. Los hechos, señaló la denunciante, habían ocurrido en la sacristía del Colegio San Ignacio El Bosque, que pertenece a la Compañía de Jesús y atiende principalmente a familias pudientes de Santiago.

En su defensa el religioso negó la existencia de los hechos y crítico del actuar de la Fundación para la Confianza, señalando en una entrevista de prensa que esta institución “se presta para un show mediático”.

El proceso civil que tuvo lugar en Santiago se abrió cuando el propio Felipe Berríos se autodenunció ante la justicia ordinaria. En esta oportunidad, el religioso declaró que quería defenderse ante los tribunales como cualquier ciudadano, y tener la posibilidad de demostrar su inocencia.

En el ámbito canónico, primero la Compañía de Jesús en Chile declaró “verosímiles” los hechos denunciados por las víctimas y luego de enviar a Roma los antecedentes, el Vaticano instruyó a la congregación religiosa, realizar un proceso administrativo penal en contra de Felipe Berríos, quien, entonces, renunció a dicha institución donde perteneció durante 42 años.

CARTA SUS AMIGOS

Luego de conocerse el fallo, Felipe Berríos envió a sus amigos, una carta que fue difundida por La Tercera. En esta expresa: “Esta resolución es un primer paso muy importante para cumplir lo que les anuncié desde el primer día, que es mi interés en que mi inocencia sea establecida de forma transparente y pública por los tribunales de justicia de mi país. Debo destacar que la decisión se refiere a una de las dos denuncias presentadas por la Fundación para la Confianza”.

“Confío en que, próximamente, podré entregarles en relación con esas denuncias la misma buena noticia que estoy compartiéndoles hoy. Agradezco el apoyo de muchos de ustedes en este doloroso proceso cuyo fin empiezo a vislumbrar a partir de hoy”, señala el sacerdote.

DECLARACIÓN DE LOS JESUITAS

Con posterioridad a la difusión de fallo de tribunal civil, la Compañía de Jesús informó "sobre el proceso canónico del jesuita Felipe Berrios", señalando:

"El P. Dante Simón S.D.B., delegado por el P. General de la Compañía de Jesús para llevar el proceso penal administrativo en relación a Felipe Berríos SJ, envío el pasado martes 30 de mayo, al mismo Superior General, las pruebas y argumentos del caso junto a su propia valoración de cada uno de ellos. Con todos los antecedentes de dicho proceso, el Padre General, deberá tomar una decisión basada en las informaciones y recomendaciones que reciba en esta materia.

"Durante este proceso, el P. Simón S.D.B. ha solicitado pericias y otros elementos probatorios, además de haber recibido la defensa de Felipe Berríos SJ, quien ha contado con su abogado canonista defensor.

"Recordamos que el proceso canónico se rige por su propio Código, funciona de manera independiente a la justicia ordinaria y tiene ámbitos de aplicación diferentes. Todos los sacerdotes están sujetos a la justicia canónica además de la justicia ordinaria y no en vez de ella.

"Como Compañía de Jesús reiteramos nuestro compromiso para avanzar en verdad y justicia en el cuidado de las personas".