Mensaje del Episcopado Obispos de Chile saludan Voz Profética del Papa Francisco
“Nos ayudó a mirar de frente el dolor causado y a reconocer la unción del santo pueblo de Dios”
"Su voz profética en medio de la humanidad, que fue especialmente significativa en el tiempo de la pandemia, y que se ha plasmado particularmente en sus encíclicas Laudato si ´ y Fratelli Tutti"
"Ese mismo dinamismo está impulsando ahora en toda la Iglesia, gracias al Sínodo sobre la sinodalidad al que nos ha convocado y estamos viviendo"
"Ese mismo dinamismo está impulsando ahora en toda la Iglesia, gracias al Sínodo sobre la sinodalidad al que nos ha convocado y estamos viviendo"
| Aníbal Pastor N. / Corresponsal en Chile.
“Recordamos agradecidos su visita pastoral a nuestra patria en enero de 2018, así como su posterior dedicación a nuestra Iglesia, para invitarnos a edificar una cultura del cuidado que impregne nuestras formas de relacionarnos y todo nuestro quehacer eclesial. Ud. nos ayudó a mirar de frente el dolor causado, a reconocer la unción de todo el santo pueblo de Dios, y nos ha seguido invitando a caminar impulsados por el Espíritu Santo en la búsqueda de una Iglesia más sinodal, profética y esperanzadora, que no se pone ella en el centro, sino a Jesucristo. Ese mismo dinamismo está impulsando ahora en toda la Iglesia, gracias al Sínodo sobre la sinodalidad al que nos ha convocado y estamos viviendo”, señala la Conferencia Episcopal de Chile en un mensaje saludo al papa francisco por cumplir 10 años en su pontificado.
También agradecen al Papa “su voz profética en medio de la humanidad, que fue especialmente significativa en el tiempo de la pandemia, y que se ha plasmado particularmente en sus encíclicas Laudato si ´ y Fratelli Tutti, con sus llamados a cuidar la casa común y edificar un sueño de fraternidad universal y amistad social”, valorando sus visitas pastorales, especialmente a naciones que viven situaciones de pobreza, injusticia y otras violencias.
En el mensaje, los obispos expresan al pontífice que “su ministerio al servicio de la Iglesia nos ha animado, interpelado y conducido durante estos años, a través de sus gestos y de su magisterio. De manera especial su invitación, desde el primer momento, a emprender una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría del evangelio que nace del encuentro con Cristo, misión que nos exige la transformación misionera de la propia Iglesia, mediante una conversión personal y pastoral que nos involucre a todos".