Durante cinco días los obispos católicos de Chile se reunieron con deseos de analizar y reflexionar sobre la realidad nacional, pero a la luz del mensaje emitido, los prelados constataron la violencia que afecta al país, manifestaron su dolor, y afirmaron, como lo hace la opinión pública, que en esta realidad “aflora el crimen organizado, muchas veces asociado al narcotráfico”.

“Hemos querido analizar y reflexionar la grave crisis de seguridad que estamos viviendo en Chile. Nos unimos al dolor y angustia de muchos habitantes de nuestro país, que viven en la incertidumbre de la delincuencia que parece no escatimar sus expresiones de violencia. Constatamos con dolor la muerte de civiles, carabineros y otros servidores públicos a manos de delincuentes que sin trepidar no dudan en atentar contra la vida de otras personas”, señalaron.

Para sembrar la esperanza, la receta episcopal habla de recuperar la confianza en las instituciones y fortalecer el tejido social, eso sí, “desde nuestras comunidades cristianas” precisa.

Luego, el mensaje afirma que son las autoridades y los medios de comunicación, quienes tienen “un rol fundamental para conseguir la anhelada paz que nos permita vivir en una sana amistad cívica”.

Pero nada dice de los políticos o de los parlamentarios, que cada día muchos de ellos, y de todas las tendencias, actúan con un sectarismo ideológico creciente, aprobando leyes que los organismos internacionales alertan por transgredir convenios que resguardan los derechos humanos.

En esta misma declaración, los obispos anunciaron orientaciones pastorales para los años 2023 al 2026, e indicaron que estas serán: “Renovar nuestros procesos evangelizadores desde la centralidad de Jesucristo. Generar relaciones evangélicas con espíritu de sinodalidad en nuestra manera de ser Iglesia. Renovar nuestro compromiso de evangelizar la cultura y salir al encuentro de los pobres y jóvenes. Promover una cultura del cuidado y buen trato, erradicando el abuso en nuestras comunidades”.

Y junto con llamar a votar el próximo 7 de mayo en un plebiscito constitucional que es obligatorio votar, los pastores abordaron temas de pastoral juvenil, abusos sexuales, realidad de los presbíteros, y de las religiosas contemplativa en su relación entre los monasterios y los obispos diocesanos.

La declaración completa puede verse aquí.

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