La Santa Sede nombró un nuevo obispo auxiliar para Santiago, existiendo aún tres sedes vacantes en el país: Calama, Illapel y Osorno. Se trata del sacerdote Luis Alberto Migone Repetto, nacido en esta capital, en 1959.

Luego de estudiar Medicina, ingresó al Seminario Pontificio Mayor de Santiago en 1982, donde obtuvo el título de Bachiller en Teología. Fue ordenado sacerdote el 1 de abril de 1989. Desde 1994 es formador de la misma institución y desde 2001 es también director espiritual.

En su saludo a la Iglesia de Santiago, transmitido en video por redes sociales, el nuevo obispo se declaró hijo de esta iglesia santiaguina y señaló que su mayor deseo es "ser un pastor conforme al corazón de Jesús", para lo cual pidió oraciones.

AUXILIARES

Con este nombramiento, Santiago de Chile suma un total de ocho obispos auxiliares del cardenal Celestino Aós, 6 activos, uno enfermo y otro fuera de Chile.

Estos auxiliares que se suman a Luis Migone, son Alberto Lorenzelli, Julio Larrondo, Carlos Godoy, Cristián Castro, Alvaro Chordi, Andrés Arteaga y Cristián Roncagliolo, aunque el penúltimo está enfermo y no activo, y el último se halla en España luego que fuera vicario general y sacado de la noche a la mañana de la arquidiócesis y del país sin explicaciones. La prensa ha informado que sobre este también recaen acusaciones de abusos.

Así, Santiago se transforma en la arquidiócesis capital de país en América Latina con mayor cantidad nominal de obispos auxiliares. Por citar aquellas con mayor cantidad de habitantes que Santiago, tenemos: México y Buenos Aires con 6, Bogotá 2, Quito 3, y Lima 4.

FORMACIÓN

El recién nombrado obispo Luis Migone, junto a sus hermanos auxiliares de Santiago, Larrondo, Godoy, Castro, Arteaga y Roncagliolo, fue formado en el Seminario Pontificio donde terminó de director espiritual.

Este Seminario Pontificio de Santiago es en la actualidad la institución que más obispos proporciona a la iglesia chilena. Su historia “se remonta al año 1584 cuando el tercer obispo de Santiago fray Diego de Medellín lo creó, recogiendo las disposiciones del III Concilio de Lima, aplicación del de Trento en América, que pedía que se fundasen casas de formación sacerdotal” según cuenta su web corporativa.

Desde entonces, ha sido el principal semillero de sacerdotes y obispos en Chile, algunos de los cuales la historia guarda inolvidables recuerdos como los obispos Manuel Larraín, Carlos González, Enrique Alvear, Fernado Ariztía, Jorge Hourton y Sergio Valech, entre otros, e incluso de muchos actuales sacerdotes cuya opción por los pobres y vida pastoral son muy estimadas en sus parroquias.

Actualmente 15 de los 34 obispos fueron formados en este seminario. Esto no debiera representar mayor novedad siendo la principal institución formadora del clero chileno.

Pero su historia reciente ha sido muy compleja, pues el seminario fue el principal bastión de Fernando Karadima, quien para muchos se apropió del seminario para cambiar la iglesia chilena e impedir que siguiera avanzando el proyecto eclesial de Vaticano II. Treinta y cinco curas y cinco obispos alcazaron a surgir de ese modelo que duró una década en la práctica y que concluyó con el estallido de abusos sexuales y de conciencia en 2008. 

Si bien fue Carlos Oviedo Cavada, como arzobispo de Santiago (1990-1998), quien comenzó una era de un episcopado más institucional y de sacristía, fue su sucesor, el cardenal Ricardo Ezatti, quien introdujo cambios para erradicar el conservadurismo extremo de Karadima. Así, una nueva etapa, más conservadora moderada, se inauguró en este seminsrio del cual emergen los actuales obispos.

Ciertamente para un proyecto de iglesia en salida como propone ahora el papa Francisco, todo esto es insuficiente. Y por eso para el juicio de algunos críticos  "esto es más de lo mismo". Hay razones para pensarlo así como hay razones históricas que marcan un ritmo lento. Por ahora, en el actual sistema de nombramientos, Roma tampoco tiene mocho de donde elegir.