Justicia Civil dictaminó una cantidad de 70.000 euros Víctima de emblemático abuso sexual clerical en Chile recibirá una indemnización a modo de reparación
El caso de Tito Rivera Muñoz es uno de los más notorios de abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica en Chile. El sacerdote fue acusado de abusos sexuales por Daniel Rojas Álvarez, un hombre vulnerable y en situación de calle
Los hechos salieron a la luz pública en 2019, revelando una serie de irregularidades y encubrimientos eclesiásticos durante la gestión del cardenal Ricardo Ezzati
| Aníbal Pastor N. Corresponsal en Chile
La Corte de Apelaciones de Santiago de Chile, mediante la ministra Maritza Villadangos Frankovich, dictaminó el pago de una compensación económica en favor de una víctima de abusos sexuales cometidos en 2015, en la Catedral Metropolitana, por el sacerdote Tito Rivera Muñoz, fallecido en 2020.
El denunciante había presentado una demanda por indemnización por daño moral, la que la ministra del fuero ahora concedió. Esta asciende a la suma equivalente de 70 mil euros.
El caso de Tito Rivera Muñoz es uno de los más notorios de abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica en Chile. El sacerdote fue acusado de abusos sexuales por Daniel Rojas Álvarez, un hombre vulnerable y en situación de calle. Los hechos salieron a la luz pública en 2019, revelando una serie de irregularidades y encubrimientos eclesiásticos durante la gestión del cardenal Ricardo Ezzati.
En este caso la Iglesia estableció una comisión canónica para investigar las acusaciones, pero algunos sectores denunciaron obstáculos y falta de cooperación. La investigación civil también reveló inconsistencias y presiones que ralentizaron el avance del caso.
Tito Rivera Muñoz falleció en 2020 por complicaciones de salud que padecía, aunque se especuló esta situación. Su fallecimiento ocurrió antes de que se pudiera llegar a una conclusión judicial definitiva en el ámbito penal.
La Iglesia, en un intento por reparar el daño, ofreció una compensación económica a la víctima y reconoció su responsabilidad por la falta de acción efectiva ante las denuncias.
Este caso, como otros similares, ha impulsado importantes reformas dentro de la Iglesia chilena, entre ellos algunos cambios episcopales, y el fomento y educación de mayor transparencia y responsabilidad frente a los casos de abusos de todo tipo.