Se trata de Felipe Berríos y Roberto Valderrama Dos curas son expulsados por abusos sexuales en Chile, uno es marginado de los jesuitas y castigado a 10 años, y el otro debe dejar la Iglesia
"El Padre General pudo establecer que Felipe Berríos es culpable de delitos contra el sexto mandamiento cometidos con menores de edad y de delitos de solicitación a pecar en contra del sexto mandamiento, durante o con ocasión de la confesión".
Entre tanto, el Arzobispado de Concepción, anunció la expulsión del presbítero Roberto Valderrama, denunciado por abusos sexuales cuando realizaba ritos de sanación y exorcismo.
| Aníbal Pastor N. Corresponsal en Chile.
La Compañía de Jesús decidió expulsar al sacerdote Felipe Berríos y prohibirle por orden del Vaticano el ejercicio público del sacerdocio y todo contacto pastoral con menores de edad durante un período de 10 años. Entre tanto, en Concepción el excura Roberto Valderraba fue expulsado de la Iglesia también por delitos sexuales.
El sacerdote Felipe Berríos, ahora exjesuita, resultó “culpable de delitos contra el sexto mandamiento cometidos con menores de edad y de delitos de solicitación a pecar en contra del sexto mandamiento, durante o con ocasión de la confesión”.
En el ámbito de la justicia civil, los denunciantes decidieron acusar al religioso para establecer una “verdad judicial” pero en 2022, el 12° Juzgado de Garantía sobreseyó a Felipe Berríos definitivamente de la denuncia que existía en su contra sobre presuntos actos de connotación sexual. Su defensa alegó inexistencia del delito.
Entre tanto, en el ámbito de la justicia, un comunicado de la Compañía de Jesús señala que la investigación previa canónica de la abogada externa, María Elena Santibáñez, confirmó la verosimilitud de hechos de índole sexual, denunciados por siete mujeres, que tenían entre 14 y 23 años cuando ocurrieron. Posteriormente, en el proceso administrativo penal a cargo del vicario judicial de la Arquidiócesis de Córdoba, Dante Simón, se investigó una octava denuncia.
Según una carta del provincial de la Compañía de Jesús, Gabriel Roblero, los “hechos ocurridos entre los años 1993 y 2009, que habrían afectado a siete mujeres entre los 14 años, la más pequeña, a 22 o 23 años la mayor de ellas. Tres de estas conductas habrían sido cometidas en retiros de colegios, dos en trabajos voluntarios (en un caso, de secundarios, y en el otro, de universitarios). Finalmente, en tres casos se trataría de hechos ocurridos dentro de la celebración del Sacramento de la Confesión. Los hechos que involucran menores de edad y el sacramento de la Confesión son de los delitos más graves en la legislación de la Iglesia”.
Así "el Padre General pudo establecer que Felipe Berríos es culpable de delitos contra el sexto mandamiento cometidos con menores de edad y de delitos de solicitación a pecar en contra del sexto mandamiento, durante o con ocasión de la confesión".
Conocida la medida adoptada por los jesuitas, Berríos envió una carta a los medios de comunicación en que sostiene que “como dije desde el primer día, el procedimiento canónico no es garantía de debido proceso ni de justicia, ya que al amparo del secreto impide que la opinión pública sepa de qué y con qué prueba se me acusó; y por qué y con qué prueba se me condena”.
Finalmente, el comunicado expresó que "como Compañía de Jesús, con humildad pedimos perdón a las víctimas, sus familias y cercanos por el dolor causado. Hechos como estos jamás deberían ocurrir. Confirmamos nuestro compromiso por seguir trabajando incansablemente por el cuidado de toda persona para que los abusos no tengan cabida al interior de nuestras instituciones".
OTRO CURA EXPULSADO DE LA IGLESIA
Durante la misma semana pasada, el Arzobispado de Concepción, anunció la expulsión del presbítero Roberto Valderrama, denunciado por abusos sexuales cuando realizaba ritos de sanación y exorcismo. De este modo la Iglesia informó que concluyó el proceso administrativo penal en contra del ahora exsacerdote "en el que se ha dictaminado la pena de expulsión del estado clerical, por delitos reservados a la competencia del Dicasterio para la Doctrina de la Fe".
En este caso el exsacerdote abusó de su prima durante un rito de sanación y exorcismo. La familia de la víctima relevó que "la primera denunciante en este caso fue su prima, quien sufrió agresiones sexuales al interior de la Parroquia del Sagrario en Concepción, mientras participaba en uno de los ritos de exorcismo a cargo del mencionado sacerdote".