En audiencia con las congregaciones de los Sagrados Corazones y con las hermanas del Divino Salvador. Una "renovada primavera" pidió el Papa Francisco a religiosos y religiosas
El Santo Padre instó a los participantes de los Capítulos Generales de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María, y a las Hermanas del Divino Salvador, que recibió en conjunto, a abrazar una "renovada primavera".
“El carisma es el estilo evangélico; porque el Evangelio es inagotable, por eso da posibilidad a todos”, señaló el Pontífice.
El 19 de septiembre de 2024, el Papa Francisco recibió en el Vaticano a los participantes de los Capítulos Generales de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María, y las Hermanas del Divino Salvador. En un encuentro marcado por un profundo sentido espiritual, el Papa instó a los presentes a abrazar una "renovada primavera", en alusión a la necesidad de revitalizar su misión y carisma a la luz del Evangelio y las exigencias del mundo actual.
Durante la audiencia, Francisco destacó que la renovación de una congregación no es una mera cuestión institucional, sino una respuesta al seguimiento de Cristo. Subrayó la importancia de la sequela Christi, es decir, el compromiso constante de escuchar lo que el Espíritu Santo sugiere para que la misión de la Congregación siga siendo fiel a su identidad. “El carisma es el estilo evangélico; porque el Evangelio es inagotable, por eso da posibilidad a todos”, señaló el Pontífice.
El Papa Francisco también se refirió a la "primavera de la Iglesia", evocando el espíritu de renovación que inspiró el Concilio Vaticano II bajo Juan XXIII, quien promovió una apertura renovadora de la Iglesia hacia el mundo. Francisco retomó este legado, animando a los religiosos a encontrar nuevas formas de vivir y anunciar el amor de Dios encarnado en Jesús, especialmente a través del servicio a los más necesitados y la oración eucarística.
En su discurso, el Papa hizo un llamado particular a la contemplación y a una profunda oración, recordando que en el Cenáculo es donde el Espíritu Santo alimenta el fuego misionero. Exhortó a los presentes a detenerse en la oración para que, desde allí, partan al mundo a llevar esperanza a quienes la han perdido.
Además, el Papa subrayó la importancia de mantenerse fieles al carisma fundacional de la Congregación, recordando que la verdadera renovación surge de un discernimiento profundo y un compromiso con los valores evangélicos. Les pidió no temer a los cambios necesarios para adaptarse a los nuevos desafíos, con la certeza de que la renovación espiritual es esencial para la fecundidad de su misión.
El encuentro finalizó con un emotivo pedido del Papa, pidiendo a los presentes que recen por él y asegurando su cercanía espiritual. Sus palabras resonaron como un eco de esperanza para una Iglesia que, siguiendo los pasos de Francisco, busca un renacimiento espiritual acorde a los tiempos actuales.
En un gesto de fraternidad internacional, la Congregación le ofreció al Papa un tejido artesanal hecho por tribus locales de la diócesis de Medan, en Indonesia, símbolo del trabajo conjunto de hermanos y hermanas en aquella región. Alberto Toutin, superior general, subrayó que este regalo representa la unidad de la Congregación: «Somos una única congregación de una única tela de hermanos y hermanas».
Toutin resumió el encuentro con emoción, subrayando la profundidad de las palabras del Papa. «Fue un encuentro muy hermoso de los dos capítulos generales», señaló, destacando el énfasis que Francisco puso en la importancia del escuchar a Dios en este momento crucial para la Iglesia y el mundo.
El superior general contó que en este encuentro, y de modo más distendido, antes de la foto grupal, el Papa le hizo una advertencia significativa válida para todas y todos: no perder el sentido del humor. «El humor es muy importante para este servicio», dijo el Papa. Y con una sonrisa, Toutin respondió: «Usted tampoco lo pierda, lo necesitará también, y mucho». Luego, Francisco le recordó la oración de Tomás Moro sobre el humor, lo que fue calificado por Toutin como un recordatorio «sabio y fundamental».