Ricardo Blázquez, realista e interpelador, ante los retos de la familia y el matrimonio"
El presidente de la conferencia episcopal en Badajoz
Hoy ha sido un día de escucha en Iglesia Diocesana de Mérida-Badajoz. El azobispo don Celso, a traves de varias delegaciones, ha convocado a un encuentro de formación en el seminario Diocesano, donde casi trescientas personas - matrimonios, profesores de religión, sacerdotes, catequistas, religiosos...- hemos recibido información con el ánimo de formarnos en un tema de actualidad como es el que se refiere a la familia el matrimonio en la sociedad y en la iglesia actual, así como de los aspectos que nos interpelan como cristianos a la iglesia católica en este contexto. Una de los guías en esta reflexión ha sido Ricardo Blázquez Pérez, Presidente de la Conferencia Episcopal Española y Cardenal arzobispo de Valladolid, uno de los activos en el último sínodo sobre la familia que ha celebrado la Iglesia, y colaborador directo con el Papa Francisco. El ,de una forma muy sencilla y en el mismo tono que el papa actual, nos ha acercado a las cuestiones más fundamentales del hoy en la familia y en el matrimonio, ha compartido las interpelaciones más fuertes que la Iglesia siente, y nos ha invitado a participar de modo activo en la vivencia y proclamación del mensaje positivo y y esperanzador del evangelio sobre el amor y la familia que tenemos los cristianos como tesoro que les pertenece a todos los demas, a la sociedad actual.
En su mensaje creo que se pueden subrayar los siguientes aspectos:
Mensaje realista e interpelador
- Hay realidades que son nuevas y no se pueden obviar forman parte de un nuevo modo de vivir, pensar y actuar, se trata de una cultura que abarca nuestro mundo, cultura que está ante todos nosotros que somos diferentes, hemos de tener en cuenta que en el mundo y momento actual convivimos "cuatro generaciones biológicas y culturales ... los mayores somos cerrados ante los jóvenes . Hemos de escucharlos, así se ha abierto la convocatoria del próximo sínodo de juventud, hemos de abrirnos a los mensajes de los que viven los jóvenes, escucharlos. Hay hechos constatables nuevos que están ahí y que hemos de interpretar, responder, acogiendo sus interpelaciones : los jóvenes conviven en parejas antes de dar el paso al matrimonio civil o eclesiástico -ha hablado de desceno y desplome de este sacramento-, a veces sin pensar si lo van a dar algún día, la mayoría no eligen el matrimonio sacframental como vínculo de sus relaciones, es una realidad las parejas del mismo sexo y su institucionalización a nivel civil, la fertilidad alquilada para obtener hijos, el divorcio "exprés",etc. A la vez que se constatan realidades sociales y económicas que les envuelven, así por ejemplo, los jóvenes, según el papa, se cansan de buscar empleo, precarios, sin futuro , esto es un freno radical al ideal.
Cuestiones de fondo: Fidelidad, desinstitucionalización,esperanza.
- Hay cuestiones de fondo que pueden interpelarnos: ¿Ya no sé lleva la fidelidad?¿ Las crisis no maduran? Ir más allá, nosotros creemos que es bueno aceptar la crisis como lugar de vida. Queremos presentar la fidelidad no como algo que es del pasado, de una forma tradicional de entender la familia, sino como signo de vida y madurez, autenticidad. La integración del dolor y la crisis es realización. Creemos en la alegría del amor que se fecunda en lo diario y sencillo, hemos de anunciar la familia como gozo libre y creativo, no es una carcel. Consderamos que los hijos, en libertad, son un don. Tienen valor absoluto, un niño no es un gatito y requiere una entrega única. Smos testigos de que los jóvenes aman la familia frente a la intemperie. El hogar es amado y querido por todos.
-La desinstitucionalización del matrimonio y de la familia afecta a la pastoral familiar. El descenso y desplome de la celebración cristiana, es una cuestión que nos plantea el tema de la fe cristiana y los procesos de iniciación cristiana. No hay matrimonio sin esa iniciación. La pertenencia eclesial no está lograda en la vivencia de la fe de los jóvenes y no la consideran a la hora de celebrar su vida de pareja y de familia.
Una exhortación para alegrar y esperanzar: desde la compasión y la misericordia encarnada.
La necesidad de una mirada positiva y evangelizdora: Sobre "Amoris laetitia": Título positivo y animador, la alegría y el optimismo es necesaria en la iglesia en su mirada al matrimonio, la familia y la historia. Fuera la gafas negras!!!!! El defraudado genera frustración. El esperanzado da esperanza. Miremos a la LUZ De Dios. Alegría y dolor puede caminar unidos.
El papa es realista en su mirada a la pareja y a la familia, habla desde la vida más que desde la doctrina. El papa se alegra de la coincidencia de publicarse en el año de la misericordia, es la lógica del documento. La "irregularidad" no requiere denuncia si compasión encarnada y humilde. Solo la misericordia genera comunidad reconciliada y en paz, en fiesta... como el padre bueno. No caigamos en el juicio del hermano mayor. Hay que situarse en cada persona y curcunstancia, hace falta discernimiento real. Las personas somos complejas, no podemos seguir solos. Todos tenemos nuestros pecados y fallos. Todos necesitamos perdón y gracia.Todos necesitamos acompañamiento en nuestras vidas y problemas.
Acompañar, discernir, incorporar, este es el reto
Tres palabras claves de la exhortación Amoris laetitia: Acompañiemto, discernimiento e incorporacion. Hoy necesitamos más que nunca resolver y profundizar en esta tensión : Unir verdad evangélica y conciencia personal es un reto. Respetemos la Luz De Dios en las conciencias. Ha animado a vivir y compartir este gozo del amor cristiano, como el papa ilumina en el capítulo sobre el himno al amor de Corintios. Hoy la sociedad, inmersa en una sociedad líquida -como dice Bauman- requiere moldes alentadores que den forma, gracia y luz a esta liquidez en formatos de fidelidad y profundidad amorosa tanto matrimonial como familiar"
En su mensaje creo que se pueden subrayar los siguientes aspectos:
Mensaje realista e interpelador
- Hay realidades que son nuevas y no se pueden obviar forman parte de un nuevo modo de vivir, pensar y actuar, se trata de una cultura que abarca nuestro mundo, cultura que está ante todos nosotros que somos diferentes, hemos de tener en cuenta que en el mundo y momento actual convivimos "cuatro generaciones biológicas y culturales ... los mayores somos cerrados ante los jóvenes . Hemos de escucharlos, así se ha abierto la convocatoria del próximo sínodo de juventud, hemos de abrirnos a los mensajes de los que viven los jóvenes, escucharlos. Hay hechos constatables nuevos que están ahí y que hemos de interpretar, responder, acogiendo sus interpelaciones : los jóvenes conviven en parejas antes de dar el paso al matrimonio civil o eclesiástico -ha hablado de desceno y desplome de este sacramento-, a veces sin pensar si lo van a dar algún día, la mayoría no eligen el matrimonio sacframental como vínculo de sus relaciones, es una realidad las parejas del mismo sexo y su institucionalización a nivel civil, la fertilidad alquilada para obtener hijos, el divorcio "exprés",etc. A la vez que se constatan realidades sociales y económicas que les envuelven, así por ejemplo, los jóvenes, según el papa, se cansan de buscar empleo, precarios, sin futuro , esto es un freno radical al ideal.
Cuestiones de fondo: Fidelidad, desinstitucionalización,esperanza.
- Hay cuestiones de fondo que pueden interpelarnos: ¿Ya no sé lleva la fidelidad?¿ Las crisis no maduran? Ir más allá, nosotros creemos que es bueno aceptar la crisis como lugar de vida. Queremos presentar la fidelidad no como algo que es del pasado, de una forma tradicional de entender la familia, sino como signo de vida y madurez, autenticidad. La integración del dolor y la crisis es realización. Creemos en la alegría del amor que se fecunda en lo diario y sencillo, hemos de anunciar la familia como gozo libre y creativo, no es una carcel. Consderamos que los hijos, en libertad, son un don. Tienen valor absoluto, un niño no es un gatito y requiere una entrega única. Smos testigos de que los jóvenes aman la familia frente a la intemperie. El hogar es amado y querido por todos.
-La desinstitucionalización del matrimonio y de la familia afecta a la pastoral familiar. El descenso y desplome de la celebración cristiana, es una cuestión que nos plantea el tema de la fe cristiana y los procesos de iniciación cristiana. No hay matrimonio sin esa iniciación. La pertenencia eclesial no está lograda en la vivencia de la fe de los jóvenes y no la consideran a la hora de celebrar su vida de pareja y de familia.
Una exhortación para alegrar y esperanzar: desde la compasión y la misericordia encarnada.
La necesidad de una mirada positiva y evangelizdora: Sobre "Amoris laetitia": Título positivo y animador, la alegría y el optimismo es necesaria en la iglesia en su mirada al matrimonio, la familia y la historia. Fuera la gafas negras!!!!! El defraudado genera frustración. El esperanzado da esperanza. Miremos a la LUZ De Dios. Alegría y dolor puede caminar unidos.
El papa es realista en su mirada a la pareja y a la familia, habla desde la vida más que desde la doctrina. El papa se alegra de la coincidencia de publicarse en el año de la misericordia, es la lógica del documento. La "irregularidad" no requiere denuncia si compasión encarnada y humilde. Solo la misericordia genera comunidad reconciliada y en paz, en fiesta... como el padre bueno. No caigamos en el juicio del hermano mayor. Hay que situarse en cada persona y curcunstancia, hace falta discernimiento real. Las personas somos complejas, no podemos seguir solos. Todos tenemos nuestros pecados y fallos. Todos necesitamos perdón y gracia.Todos necesitamos acompañamiento en nuestras vidas y problemas.
Acompañar, discernir, incorporar, este es el reto
Tres palabras claves de la exhortación Amoris laetitia: Acompañiemto, discernimiento e incorporacion. Hoy necesitamos más que nunca resolver y profundizar en esta tensión : Unir verdad evangélica y conciencia personal es un reto. Respetemos la Luz De Dios en las conciencias. Ha animado a vivir y compartir este gozo del amor cristiano, como el papa ilumina en el capítulo sobre el himno al amor de Corintios. Hoy la sociedad, inmersa en una sociedad líquida -como dice Bauman- requiere moldes alentadores que den forma, gracia y luz a esta liquidez en formatos de fidelidad y profundidad amorosa tanto matrimonial como familiar"