Un sacramento de amor y de vida Sembrar una encina en Entrín... amor fecundo. Jose y María.

Ayer en la acción de gracias de la celebración Maria y Jose nos despidieron con estas palabras:
“Vamos a sembrar esta encina en nuestra casa, encina que hoy en día es pequeña, pero que puede crecer mucho si la cuidamos. Esta encina puede resguardarnos de la lluvia o darnos sombra en el verano a todos los que la necesitemos cuando estemos perdidos.
En este día tan especial, os damos las gracias a todos los que estáis presentes aquí y en nuestro corazón, por habernos ayudado a crecer y llegar a este momento. Cada granito de arena que nos habéis aportado forma parte de los cimientos que estamos construyendo ahora, de nuestra familia y de nuestro hogar, donde todos vosotros tenéis un sitio reservado.”
En este día tan especial, os damos las gracias a todos los que estáis presentes aquí y en nuestro corazón, por habernos ayudado a crecer y llegar a este momento. Cada granito de arena que nos habéis aportado forma parte de los cimientos que estamos construyendo ahora, de nuestra familia y de nuestro hogar, donde todos vosotros tenéis un sitio reservado.”
| Jose Moreno Losada
Celebración matrimonial de Jose Cardoso y María

De alguna manera la siembra del plantón de encina que nos mostraron y que ofrecieron como símbolo su historia y de su nuevo proyecto es un signo de su proceso de amor y de fecundidad, de su futuro y su esperanza, enraizado y cimentado sobre roca.
Afirmaciones de un amor con fundamento:
Introducción:
- - Ayer pensando en este momento desde un lugar de naturaleza privilegiado, en el mirador de Guadajira, me decían Jose y María:

“En una vida hay muchas vidas”. El sacramento del amor genera comunidad. Así esta siendo, hoy somos un signo visible de la verdad de este encuentro tan humano y, a la vez, tan divino. Soñabais con este momento de asamblea en torno a vuestro amor reuniendo a todas las personas que habían sido importantes y sencillas en vuestras vidas, de cerca y de lejos, de sangre y de amistad…
Raíces:
- - Tenemos raíces en las que nos fundamentamos y a las que agradecemos: anécdotas de abuelos. Un sentido de la vida recibido como don y generosidad. No estamos solos. Las familias como tronco y raíz, padres y hermanos, tíos, abuelos, primos.
- - Hemos crecido con una muchedumbre de alianzas y complicidades: niños, juventud, viajes, estudios, trabajos… Familias: María y Jose. En muchos lugares de España. “Las manolas, estudiantes, voleibol, mundo del trabajo en el universitario… Todos nos han aportado. Tantas realidades de vida y de complicidad sin límites…somos “nosotros”, sin límites…cada vez más grande.
Personas en madurez y en juventud: Procesos personales distintos y compartidos. La gente no entendía nuestra pareja y nuestro amor, tan distintos, tan jóvenes, parecía no posible, pero el amor lo hizo posible. Desde adolescentes, quince años en proceso hasta hoy… aquel primer día, en que Jose pidió a María salir y ella dijo “”no… bueno sí”. El no que fue sí.

Enamoramiento y vida en pareja:
Enamoramiento: De María me enamora…“su forma de ver la vida desde la inocencia y la bondad” De Jose me enamora…“Su forma de querer y cuidar. La coherencia de su pensamiento con su obrar”.
Están convencidos de que la vida en pareja no es fácil, pero tiene una belleza única y entregada, nada como la ilusión de crecer y construir juntos, desde el cuidado mutuo y el respeto amoroso. El mayor crecimiento se da en la experiencia profunda del perdón, en la vulnerabilidad abrazada y aceptada. ”Quiero hacerte feliz con tus proyectos y ante las dificultades” es el deseo común.
Dios al fondo:
Confiesan: “Dios ha estado presente en nuestro vivir y ser pareja, nos ha ayuda a entender mejor el mundo, a conocerme más a mí mismo, a querer aportar lo mejor de mí, a iluminar mi vida con el evangelio que es para mí una LUZ para discernir y elegir. Dios saca la mejor de nosotros mismos y de nuestra pareja.” Sin duda ellos son “seres de Luz”.
De alguna manera certificaban que el amor no limita nos abre en libertad y nos posibilita dimensiones nuevas, el otro es una posibilidad en la que me desarrollo y me abro a mundos nuevos. Despierta lo mejor que hay dentro de mí y me hace creer en mis posibilidades más allá de lo que yo mismo creía.
No buscar fuera lo que tenemos dentro: Entrín. La casa y la roca. Allí han construido, soñado, realizado su casa como hogar, en un pueblo de ocho habitantes, porque no hay que buscar fuera la vida que tenemos dentro… toca hacer hogar para la vida, que es mucho más que tener vivienda. Las manos de Jose ha construido su hogar…

La ilusión y el proyecto que explicitan:
Formar una familia y seguir compartiendo y aprendiendo con los que ya forman parte de ella.
Poder crear nuestro hogar soñado y simbolizado en nuestra casa, en nuestra tierra, cerca de los nuestros.
Poder aportar a los demás nuestra visión de vida y enriquecerla con lo que aprendemos de ellos.
Abrirnos al os hijos y educarlos en los valores auténticos y profundos que estamos descubriendo nosotros para que puedan ser felices y disfrutar de todo lo que nos rodea.
Intentar aportar una visión positiva y unificadora, sobre todo a través el arte y la naturaleza, así como de la sanación y el cuidado.
El lema del sentido de la vida: Intentar cuidar a la gente que nos rodea y siempre al que lo necesite.
La verdad del evangelio
El evangelio dice verdad: Vuelvo a confirmarme en esa clave teológica de vida, lo que dice el evangelio no es verdad porque él lo diga, sino que lo dice porque es verdad en la vida. En la sencillez de Jose y María, hasta en sus limitaciones, vemos que se cumple la lógica del don de Jesús de Nazaret: “El que quiera ganar su vida la perderá el que esté dispuesto a vivir y entregarla la ganará”.
Gracias.
Nota hilvanada:
"Tu eras el cincuenta de mi cincuenta... llegó a mi vida el amor de mi vida... yo se lo pedía al de arriba... que buena suerte la mia"